jueves, noviembre 28

Médico termina detenido tras causar un accidente alcoholizado en Mérida

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Un joven de alrededor de 26 años fue detenido luego de conducir en estado de ebriedad al Norponiente de Mérida

Un médico concluyó su fiesta y desvelada con su vehículo «montado» en la guarnición del camellón central de la avenida Mérida 2000, cruce con la calle 19 del fraccionamiento Terranova, ubicado en el Norponiente de Mérida, en horas de la madrugada.

Era pasada la medianoche cuando el sueño de vecinos en esa zona la interrumpió un estruendo, que, en primera instancia se pensó que se trataba de una volcadura.

Uno de los habitantes del rumbo compartió que al escuchar el ruido suspendió su merienda y corrió para averiguar lo que ocurria, pues la avenida de donde provino está a espaldas de su domicilio.

Añadió que cuando llegó al punto encontró a un joven dentro de su automóvil marca Honda linea Fit, plateado, placas de circulación ZCM-992-E, de Yucatán. Trataba de encender el vehículo, pero, al parecer, la computadora de la unidad se protegió y no reaccionaba.

En su desesperación, el joven, de unos 26 años, pedía al vecino que lo ayudara a empujar para que el compacto estuviera de nuevo sobre el pavimento. Eso era imposible, pues las dos llantas del lado izquierdo estaban al aire como a unos 15 o 20 centímetros del suelo, dentro del área verde.

Aunque no se le notaba alguna raspadura en la carrocería, el espejo lateral del lado del conductor no estaba. El vecino recorrió el área donde quedó el vehículo para ver si lo encontraba, pero no. En primera instancia pensó que el coche se impactó contra un árbol de ceibo joven y por eso el artefacto se desprendió, pero no fue asi.

Se le sugirió que se comunicara con sus familiares o amigos para que acudieran en su apoyo, asi como a los números de emergencia. Así lo hizo y, a esperar. Mientras eso ocurria insistía en conectar el «switch» para maniobrar y salir del hoyanco, pues esa parte del camellón está bastante pronunciado.

Impotencia y desesperación

Pedia que se le dirigiera para que pudiera volver a la carpeta de rodamiento. Que no le faltaba mucho para llegar a su casa. Indicó que se quitó de una reunión con amigos, pasó a comparar a una tiende de conveniencia que está en la calle 21 con 48 del fraccionamiento Cámara de la Construcción, a unos 500 metros del Periférico.

Cuando retomó el camino, según dijo, se equivocó y en vez de doblar hacia la derecha, con rumbo a las conocidas como las «gasolineras gemelas», en la avenida Chenkú, lo hizo hacia la izquierda, con rumbo al fraccionamiento Francisco de Montejo. A unos 200 metros de allá hay un retorno, que fue el que tomó.

Cuando retomó el camino, según dijo, se equivocó y en vez de doblar hacia la derecha, con rumbo a las conocidas como las «gasolineras gemelas», en la avenida Chenkü, lo hizo hacia la izquierda, con rumbo al fraccionamiento Francisco de Montejo. A unos 200 metros de allá hay un retorno, que fue el que tomó.

Sin embargo, se conoce que calculó mal, no alcanzó llegar al espacio intermedio entre camellones, el coche se encaramó en la guarnición. Con la velocidad que traía se impactó contra un árbol mediano, que fue el que le desprendió el espejo. Continuó su trayecto unos 30 metros, hasta que se detuvo.

En su recorrido, la parte baja del compacto raspó el camellón y quedó blancuzco, en tanto que el material que protege la parte baja del coche quedó como acordeón, que se pudo ver hasta que la grúa lo removió del sitio.

Llegó una patrulla, cuyo oficial al mando se bajó y empezó el interrogatorio. La pregunta de cajón: ¿Quién venía manejando?, preguntó al vecino, quien respondió que el joven, pues él sólo trató de ayudar. Al hablarle al afectado le cuestionó si estaba bien y no estaba tomado. La respuesta de que si no estaba lesionado fue negativa, pero en cuanto a que, si no tenía alcoholes encima, era evidente, pues se le veía titubeante cuando daba algún paso.

Sugirió al muchacho que se comunicara con sus papás o amigos, a lo que el joven respondió que estaban en camino. Cuando se comunicó a la base para hacer el reporte, se conoce que la respuesta era que ya estaba registrado. Otra respuesta que dio fue que «negativo», lo que hizo pensar que le preguntaron si habia heridos y era necesaria una ambulancia.

Presencia de patrullas

Momentos después arribó otra patrulla, según dijo el policia, su comandante, a quien le explicó lo que había ocurrido y, luego de un tiempo esa carropatrulla se retiró. El uniformado le indicó al chico que tomara o comiera chocolate para que disminuyera el aliento alcohólico, pues, como parte del protocolo se le tenía que aplicar el alcoholímetro.

Lo cual ocurrió tiempo después cuando arribó una oficial, perito de tránsito, quien se encargó de las mediciones y toma de datos para el deslinde de responsabilidades. Todo el asunto inició a las 11:45. y el peritaje concluyó a las 3:30 horas, cuando al final de cuentas al médico lo subieron a la patrulla para trasladarlo a la cárcel para cumplir la sanción correspondiente.

En ese momento llegaron los papás del guiador, quienes hablaron con el perito y el representante de la aseguradora, para enterarse de los procedimientos a seguir.

Posteriormente, el operador de una grúa del servicio particular y su ayudante llegaron y en verdad que pasaron apuros para sacar el vehículo de donde quedó atorado. Fue complicado, porque tuvieron que ingeniárselas para no dañar el compacto y empeorar el estado de la guarnición. Luego de más de una hora de maniobras lo consiguieron, eran ya las 4:00 horas cuando trasladaron el coche al corralón para las averiguaciones respectivas, claro, luego de firmar el acta que la oficial perito les hizo que firmaran.

Nota original aquí 

Fuente: Por Esto

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