El Ayuntamiento tiene poca injerencia en materia económica, pero en opinión del economista Gabriel Rodríguez Cedillo, académico de la Facultad de Economía de la Uady, ya es momento que se especialice en atender el aspecto económico netamente de la ciudad y pensar en un crecimiento sostenible.
En la primera entrega de una serie sobre las expectativas en diferentes rubros de la nueva administración municipal, el doctor Rodríguez Cedillo dice que ve los principales retos de la administración que encabeza Cecilia Patrón Laviada en dos categorías:
Los retos tradicionales, como son, mantener una buena gestión del ramo turístico, lograr la atracción de más visitantes, la generación de empresas locales a través de sus mecanismos de crédito, prestar atención particular a la informalidad
El otro reto es mantener el clima de inversiones en las diversas áreas del municipio con capitales foráneos.
“El Ayuntamiento tiene poca capacidad en materia económica, partiendo de ello, lo que más le queda es atender y gestionar la disminución de la informalidad con su programa de microcréditos que ha existido desde varias administraciones”, dijo el especialista.
“En el ramo turístico, Mérida es una ciudad que han vendido como un producto turístico, tiene una buena y amplia infraestructura hotelera y restaurantera, el crecimiento económico del estado se sostiene por las inversiones que llegan.
Retos económicos para Mérida
“Los retos importantes para la alcaldesa son ampliar el número de visitantes, tener la capacidad de generar más pequeñas y medianas empresas y procurar que la ciudad continúe siendo atractivo para la inversión foránea, es lo que el municipio puede hacer en materia económica”.
Sin embargo, el doctor Rodríguez Cedillo dijo que Mérida es una ciudad cara, pero esta carestía sobrepasa las capacidades municipales porque tiene una estructura de mercado donde las empresas determinan los precios de los bienes.
Pero si quiere tener un impacto en la economía de Mérida, tendría que dar un giro al modelo de gestión desde esta administración. Y para ello debe de crear una dirección o un área específica que genere competencia económica y que redunde en una estabilidad de precios.
“Vigilar que no siga aumentando la carestía de Mérida por esta gran explosión demográfica”, dijo.
Mucha gente viene a vivir a Mérida por su clima de tranquilidad y eso impulsa que las empresas inviertan, pero tienen que recuperar con mayores costos su inversión.
Ciudad de servicios
“Somos un municipio y un estado de servicios, no producimos muchos bienes que consumimos, tenemos que traerlo del centro del país o llegan por el puerto de altura de Progreso, eso encarece los precios de todo”, señaló.
“Lo que podría pasar, es que el Ayuntamiento se ponga el reto económico con un acuerdo municipal con la iniciativa privada para mantener a raya los precios o vigilar que las empresas paguen salarios dignos para que esta carestía obviamente no siga aumentando”.
“En cuanto a vivienda, tenemos un oligopolio en el ramo. Muy pocas empresas son dueñas de los terrenos donde se construyen casas”, dijo el académico.
“Las casas son para yucatecos que ganan altos salarios o para consumidores externos que puedan pagar esos precios de la vivienda. Este desarrollo inmobiliario genera un aumento en los precios de los materiales y de consumo”, explicó.
“Todo esto escapa de las capacidades del Ayuntamiento, los retos son muchos en materia económica, tenemos una presión de recursos, un crecimiento desmedido, costos de transporte muy altos, tanto público como privado, una mala gestión del agua que es un bien sistémico y que atrae a muchas personas que vienen de otros lugares porque en su lugar de origen no hay disponibilidad del agua”.
Mérida, sin plan de sustentabilidad
“Mérida no tiene un plan de sustentabilidad del agua y este recurso va a impactar en la dinámica económica del municipio a futuro, sobre todo en el turismo y restaurantes”, advirtió.
“Las capacidades económicas del municipio son limitadas sobre todo por las funciones que le tiene establecido el Artículo 115 Constitucional”.
“El Ayuntamiento ha construido su desarrollo enfocado a los servicios públicos. No se ha especializado en atender el aspecto económico netamente de la ciudad, no piensa en un crecimiento sostenible, en el buen manejo de los recursos naturales, en la optimización de espacios públicos, en empleos dignos en la generación de bienes locales”, destacó.
“No ha tenido ese enfoque, siempre se ha dedicado a la atención del desarrollo urbano y los servicios públicos en los últimos 30 años. Pero sí habría que empezar a trabajar en materia económica, sobre todo porque uno de los tres puntos estratégicos es el crecimiento desmesurado de Mérida.
Los recursos se están agotando, los costos de transporte y la renta de locales o viviendas ya es enorme”, apuntó.
Fuentes: Diario de Yucatán.