sábado, octubre 5

Mexicanos tendrán vacaciones más costosas en 2023, confirman empresarios turísticos en Yucatán

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Varios empresarios turísticos y de servicios coincidieron con los resultados de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes sobre el aumento en el costo de las vacaciones hasta en un 15%.

Empresarios turísticos y de servicios coincidieron con el reporte de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) en que este año las vacaciones de verano son más costosas, lo que disminuye el flujo de visitantes en el Estado.

El empresario restaurantero Paul Trotter, el empresario turístico Jorge Escalante Bolio y la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño de Servicios y Turismo (Canacope Servitur), María Trinidad Guerrero Jiménez, manifestaron en entrevistas que las alzas en todo es consecuencia de la alta inflación que prevalece en el país y el Estado.

La Anpec, como publicó el Diario hoy, reveló que las vacaciones de verano de 2023 en México serán 15% —en promedio— más costosas para los turistas respecto al período de 2022, derivado del aumento en el precio de alimentos, hospedaje, transporte terrestre y aéreo y gasolinas.

La agrupación también atribuyó al flagelo de la inflación los incrementos en los gastos vacacionales, de al menos 15%, obligando al 60% de los vacacionistas a endeudarse para lograr salir de casa.

Aumentos según la Anpec

En su encuesta, la Anpec dijo que el hospedaje aumentó en más de 8.42%; los restaurantes en 9.81%; el transporte terrestre en 6.21% y el traslado en vehículo propio, 3.74% porque las gasolinas incrementaron su precio en el último año: 2.17% la premium y 1.39% la magna, además, el peaje de las autopistas aumentó 10.81%.

“Nos hemos vistos golpeados por la inflación”, reconoció Paul Trotter, propietario de una cadena de restaurantes locales. “Es causa de la inflación, todo va ligado, todos los precios han subido, los insumos han subido, las bebidas, carnes, licores, cervezas, todo ha subido de precios, ha subido los salarios mínimos, si todo sube, los alimentos y bebidas también tienen que subir».

Por su parte, Jorge Escalante Bolio, propietario de una agencia de viajes y de servicios turísticos de reuniones, convenciones y de incentivos, precisó que daba su opinión de manera personal, con base a su experiencia de varias décadas y lo que ve en la actualidad.

“Definitivamente está pasando varios fenómenos actuales, los precios sí han aumentado para el turismo”, reconoció. “El precio de la gasolina repercute en las excursiones y los tour. Si sube la gasolina también sube el precio de los traslados en vehículos a los sitios, el aumento de los precios de entrada a las zonas arqueológicas, hay aumentos en alimentos y bebidas, en el peaje de la autopista Mérida-Cancún. Obviamente vemos que se incrementa notablemente los servicios, es lo que sucede, si han subido los costos, es porque suben los insumos”.

“El otro fenómeno que está afectando al turismo, es la economía familiar de las familias mexicanas. El año pasado (2022) después de una pandemia tan larga, las familias hicieron un sacrificio de viajar y se endeudaron”, explicó. “Hoy las familias están considerando cubrir primero los gastos de la escuela, gastos médicos, gastos que toda madre y padre responsable tiene que asumir. Si queda algo de dinero se van de vacaciones”.

Escalante Bolio, especializado en turismo premium y de reuniones, convenciones y de incentivos, señaló que Yucatán está lejos geográficamente de las principales ciudades exportadoras de turismo como son Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, por lo que las familias o el turista no puede viajar en carretera por la distancia. Deben viajar en avión y por más barato que sea el costo del vuelo es oneroso si se considera que es un viaje familiar de paseo de 3 o 4 personas. Y este costo impide que los visitantes puedan llegar hasta Yucatán en mayor cantidad.

En su opinión, también consideró que ha faltado promoción del Gobierno del Estado y de la iniciativa privada. Ambas partes no han entendido que el juego se juega juntos, no separados. No han terminado de entender que hay que invertirle al turismo de congresos, de reuniones y de incentivos porque el turismo individual cuesta trabajo que llenen los hoteles.

“Sí suma el turismo individual, pero no llenan los hoteles”, señaló. “Hay que apostarle a mayor escala a lo que está hoy por hoy, que es el turismo de convenciones, de reuniones, tienen que jugar juntos gobierno y empresas, mientras no juguemos juntos, los resultados ya están a la vista”.

“Puedo decir que sí hay una disminución del turismo muy sensible y no hay congresos en Yucatán, hay algunos, pero no los que pueden mantener en firme a una plaza turística”, reiteró. “Las tarifas de hoteles por donde quieras hay ofertas en Yucatán, hasta los hoteles de lujo han puesto tarifas especiales, es un anzuelo para atraer a la gente, pero eso no soluciona el
problema en sí”.

Se le preguntó en qué porcentaje subió las actividades y el consumo turístico en el estado. Cree que es en el porcentaje que señaló la Anpec porque es onerosa la tarifa de las zonas arqueológicas con las cuotas del INAH y de Cultur.

En su opinión son variados los aumentos, no sería tan alto, pero no es que suba poco o mucho, sino que si sube en cada insumo se encarece un tour. Por ejemplo, el operador turístico tiene que sumar el costo del vehículo, el salario del conductor, las entradas a sitios arqueológicos o cenotes, el consumo de bebidas y comidas, con un poquito que suba cada cosa, sube un montón la prestación del servicio.

Y citó el precio de un paseo en lancha en el puerto de Celestún donde cuesta $2,000 para seis personas en la embarcación o la entrada a Chichén Itzá (cuyo costo es de $571 por persona extranjera, $253 de una persona mexicana y $85 personas oriundas de Yucatán), estas cantidades multiplicado por una familia de seis integrantes es una cantidad fuerte para la economía familiar. Y estos precios repercuten en la baja del turismo. Por ello, consideró, no se debe apostar a un solo nicho de mercado, nunca hay que dejar de invertir en la promoción del turismo de congresos, convenciones y de incentivos porque trae hasta 1,000 visitantes, cuando el turismo individual viene en promedio 3 personas.

La presidenta de la Canacope en Yucatán, María Trinidad Guerrero, atribuyó esta carestía en el turismo a la inflación que es más alta en Yucatán que en otras partes del país.

Informó que las verduras, las frutas y productos básicos de la despensa familiar subieron de precios en los últimos meses y ello “está golpeando” a las familias y pequeños negocios. “Lo poco que se vende, se reinvierte en lo que se necesita para mantener las tienditas”, señaló. “En las últimas semanas han subido de precio la verdura, frutas, los productos de consumo diario como el azúcar, aceite, huevo, frijol. Estuve fuera de Yucatán y veo que aquí vivimos más apretados y que tenemos los precios más elevados que en otras partes del país. Donde estuve vi frutas y verduras más frescas y más económica. Aquí, la calabaza local costó más de 1,000 pesos la caja, una pieza de calabaza costó 30 pesos, el chayote está igual, cuesta 46 pesos el kilo”.

Obviamente en los supermercados los productos son más caros, allí todo se ha elevado de precios. En las tienditas de la esquina se mantienen las ventas por las vacaciones, ya que los niños están en sus casas y compran golosinas, refrescos y frituras empaquetadas.

Una de las estrategias que aplican las tienditas, según explicó, es que compren mercancías de acuerdo a la época del año y no surtan demasiado con productos de fácil descomposición. “La inflación sigue pegando fuerte aquí, los precios están más altos que en otros estados, nos está afectando la inflación”, dijo. “Hoy lo que vemos más es el turismo local, los mexicanos se mueven por otros lados”. Joaquín Chan
Caamal.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán/Joaquín Chan Caamal

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