“Lamentablemente, extranjeros intentan impedir que gente de la misma población y yucatecos que asisten a pasar un día bonito y tranquilo en la playa, no se les permita llegar y es terrible porque tienen que vivirlo…”, advirtió ayer en la tribuna del Congreso Neyda Pat Dzul, diputada de Morena, al hacer un llamado para que “no permitamos que acciones aisladas vulneren nuestro patrimonio y nuestros derechos”.
“Hay que atender las denuncias, establecer mecanismos eficientes y accesibles para que los ciudadanos puedan denunciar actos que limiten su derecho al acceso a las playas, garantizando una respuesta oportuna por parte de las autoridades”, manifestó.
El pasado domingo informamos que una pareja de canadienses se dijo dueña de una calle que comunica a la playa en Santa Clara y agredió a visitantes que llegaron a disfrutar del mar en ese puerto de Dzidzantún.
Al llevar este caso al Congreso, la morenista señaló que se trata de un tema que le afecta al estado, que no debería suceder y sin embargo es una realidad.
Carta magna
También recordó que “nuestra Constitución, en su artículo 27, establece restricciones para la adquisición de tierras por parte de extranjeros en zonas consideradas como restringidas que incluyan franjas de 50 km a lo largo de las costas y 100 km a lo largo de las fronteras”.
No obstante, señaló que se permite a los extranjeros adquirir propiedades en estas áreas por medio de fideicomisos establecidos con instituciones bancarias mexicanas, las cuales les otorgan derechos similares a los de la propiedad, pero sin transferir la titularidad directa del terreno.
Añadió que, el marco legal permite la participación de extranjeros en la adquisición de bienes inmuebles en zonas restringidas bajo ciertas condiciones, aunque es imperativo que las autoridades competentes supervisen y regulen de manera efectiva estas operaciones para evitar abusos y garantizar que se respeten los derechos de las comunidades locales.
La legisladora consideró que, la ausencia de vigilancia puede derivar en situaciones que vulneren los derechos de los yucatecos como el libre acceso a las playas y la preservación de las tradiciones y formas de vida. Por ende, llamó a una soberanía para que en el ámbito de sus competencias impulsen las siguientes acciones:
Fortalecer lo que ya se tiene, pero es necesario revisar y reforzar para garantizar que se respete el derecho a libre acceso a las playas y se establezcan sanciones claras a quienes intenten restringir ese derecho de manera ilegal, así como vigilar la legalidad y regulación de los fideicomisos.
En su opinión, es necesario el sistema de educación y concientización para implementar campañas de información dirigidas tanto a la población local como a los residentes extranjeros sobre los derechos y obligaciones relacionados con el uso y disfrute de las playas y tierras en el Estado, fomentando una convivencia respetuosa y armoniosa.
“No permitamos que acciones aisladas vulneren nuestro patrimonio y nuestros derechos. Trabajemos juntos para asegurar que nuestras playas y tierras sigan siendo espacios de encuentro, disfrute y desarrollo para todos los yucatecos. Y para que quienes nos visiten, que lo hagan con respeto y aprecio por nuestra cultura y nuestras leyes”, puntualizó.
Excepción
Por otra parte, señaló que nunca le gusta hablar cuando se le toca como persona, pero ayer hizo una excepción.
“¿Por qué lo voy a hacer? Ustedes fueron testigos de que se habló mucho de unos tenis que usé. No importa el valor de los tenis ni el valor de la ropa que uso, pero saben por qué estoy usando esta tribuna para alzar la voz. Cuando una persona insensata puso las fotos de los zapatos de las personas desaparecidas en Jalisco. Y eso no puedo callarlo”.
“No es un juego, no es un vacile, no es un relajo jugar con el dolor ajeno. En México no pueden existir desaparecidos. No podemos acostumbrarnos a que una familia, una madre, un padre no lleguen sus hijos”.
Esta declaración la hizo al referirse a vídeos de ella que subieron a las redes sociales, pues los tenis que portaba eran en alusión al calzado que usó en días pasados como una manifestación simbólica para protestar contra las miles de personas desaparecidas en el país.
“Y no puedo tolerar que pongan esa foto de esos zapatos de personas que sufrieron burlándose. De esa manera, pueden decirme a mí lo que guste. No me dañarán en lo absoluto. Soy una mujer de izquierda y la mujer de izquierda está acostumbrada a ser la diferencia”, afirmó.
Rememoró que, “cuando llegué a la curul, decían una India pata rajada y sí, india pata rajada con orgullo, porque lo he vivido. Que no tengo dinero, no robo, todo lo he conseguido gracias a Dios al trabajo. No me gusta enredarme en deudas para presumir algo que no tengo”.
“Sigan hablando, pero no jueguen con el dolor ajeno de esas familias que en todo México. Pedimos y exigimos justicia para esas desaparecidas, es imperdonable jugar con el dolor ajeno”.
Fuentes: Diario de Yucatán.