Esta fecha, instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), busca visibilizar el papel crucial que las mujeres rurales desempeñan en la seguridad alimentaria, la producción agropecuaria y la preservación de prácticas tradicionales que definen la vida en el campo.
En la entidad, su presencia es significativa en actividades como la agricultura, la crianza de animales, la elaboración de productos artesanales y la organización comunitaria. Sin embargo, muchas de ellas realizan estas tareas enfrentando desigualdades económicas, falta de acceso a servicios y múltiples responsabilidades familiares.
“Son el corazón del campo y la cultura”
El promotor cultural Víctor Ku Caamal reconoció el valor incalculable que tienen estas mujeres en la construcción del tejido social y cultural del estado. “Son verdaderas guardianas de nuestras raíces. Desde muy temprano trabajan en sus hogares y en el campo, manteniendo vivas las costumbres que nos identifican como pueblo”, expresó.
Destacó también que muchas mujeres rurales no sólo cultivan la tierra, sino también transmiten conocimientos ancestrales, preparan los alimentos tradicionales, recolectan leña y cuidan a sus animales, todo mientras sostienen a sus familias y comunidades.
“Su labor va más allá del trabajo físico: son pilares en la transmisión de valores, tradiciones y saberes que dan identidad a nuestras comisarías, ejidos y rancherías”, afirmó Ku Caamal.
Un llamado al reconocimiento continuo
El homenaje a estas mujeres no debe limitarse a una fecha en el calendario. Como subrayó el promotor cultural, cada día del año debería ser motivo para reconocer su constancia, su fuerza y su compromiso con su entorno.
“Debemos valorarlas como lo que son: mujeres valientes, trabajadoras y fundamentales para el desarrollo rural y cultural de nuestro estado. Sin ellas, muchas de nuestras tradiciones estarían en riesgo de desaparecer”, concluyó.
Este 15 de octubre, más allá de una conmemoración, es un recordatorio de que el futuro del campo también se construye con ellas, y que su voz, su trabajo y su sabiduría merecen ser escuchados y respetados todos los días.
Redacción: Yucatánalamano.