
“No me quedaré callada”: mujer denuncia acoso de un mando policiaco de Kanasín
“Déjate de ma.., vamos a pasar 30 minutos tranquilos tú y yo, aquí cerca hay un motel”, fueron las palabras que, según Sharon Selene Cimá Nail, le dijo el comandante May Castro, conocido como “Roca”, quien le ofrecía su libertad a cambio de favores sexuales.
En una rueda de prensa ante varios medios de comunicación ante varios medios de comunicación, Sharon Selene, una estilista y madre de dos menores, denunció un caso de abuso de poder y la violencia institucional en Kanasín.
De acuerdo con su testimonio, durante años ha sido víctima de acoso, hostigamiento, detenciones arbitrarias y abuso de autoridad por parte de elementos municipales de Kanasín, señalando directamente al comandante May Castro.
Ella relató que hace unos cinco años fue detenida junto a su entonces pareja, quien falleció poco después.
En esa ocasión, expuso, May Castro le habría hecho insinuaciones sexuales y luego le hizo propuestas explícitas que ella rechazó, lo que provocó amenazas directas.
“‘Te haré la vida imposible’, me dijo. Cuando lo rechacé, sus compañeros se empezaron a reír de él y al parecer eso le molestó, pero jamás creí que llegaría a esto”.
Sharon denunció que su domicilio, cerca de la caseta de vigilancia de la Policía, fue constantemente vigilado por elementos municipales.
“Mis hijas le tienen mucho miedo a la Policía”, aseguró la mujer.
Durante un tiempo tuvo que mudarse a casa de su madre. “Tuvo cáncer, así que decidí irme a cuidarla. Durante ese lapso, mis hijas y yo estuvimos tranquilas”.
La madre de Sharon presentó varias denuncias ante las autoridades, intentando apoyar a su hija.
Tras la muerte de su madre, en abril de 2024, la situación se volvió insostenible. “Retomar mis actividades diarias en Kanasín fue un infierno”.
“Desde que regresé, él me acosaba cada vez que me veía en la calle”, señaló.
Denuncia abuso policiaco
La mujer dijo que durante años fue interceptada por el comandante y otros elementos de la Policía, quienes la revisaban arbitrariamente, intimidándola con excusas de rutina. El 1 de junio pasado, mientras trabajaba en Kanasín, Sharon fue detenida en forma violenta por policías municipales, contó.
Se encontraba trasladando artículos en un mototaxi cuando fue acusada de tratar de robar el vehículo.
Al demostrar que no era cierto, los agentes cambiaron la versión, acusándola de estar drogada y de atacar personas en la vía pública, explicó ella.
En su relato indicó que fue esposada, jalada de los brazos y llevada a la comandancia en una patrulla que logró identificar con el número 16. Durante su traslado fue agredida verbal y físicamente. En el lugar, narró, el comandante “Roca” continuó con las insinuaciones sexuales.
Sharon permaneció detenida más de 15 horas, mientras las autoridades tomaron a sus hijas y las trasladaron a la comandancia.
“Fui golpeada brutalmente ese día, pero eso no fue mi pesadilla, mi pesadilla fue haber escuchado el llanto de mis hijas, me desesperé, las empecé a llamar y me respondieron”.
“Les pregunté por qué las habían traído a la comandancia sin mi consentimiento. Ellos aseguraban que yo sabía el paradero de una persona y me amenazaron con que si no decía nada, me quitarían a mis hijas”.
Cuando la liberaron, señaló, el director de la Policía Municipal de Kanasín expresó que había sido un error, y que la dejarían salir.
Por desgracia, cuando preguntó por sus hijas le respondieron que se las habían llevado a la Prodennay sin informarle el motivo ni el lugar exacto donde se encontraban. Las menores fueron trasladadas a un albergue.
“No tienen derecho de separarme de mis hijas. Ellas no tienen la culpa de lo que está pasando”, expresó.
Sharon aseguró que el comandante le dijo que él había sido el causante de que se llevaran a sus hijas.
Con el respaldo de su asesora jurídica, Dariana Beatriz Quintal Narváez, la madre de familia interpuso una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado.
En el documento acusa a May Castro y a otros policías municipales de delitos graves, incluyendo abuso de autoridad, acoso sexual, hostigamiento, violencia psicológica, privación ilegal de la libertad y sustracción de menores.
Pese a las pruebas presentadas y a sus constantes intentos de buscar justicia, Sharon dijo que las autoridades locales han ignorado su caso. La Fiscalía de Kanasín y Mérida no han tomado medidas, dejándola en un estado de indefensión.
Incluso presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado (Codhey), pero hasta el momento no ha recibido respuestas efectivas.
“Ellos quieren silenciarme. Han rodeado mi casa y me intimidan, pero no me voy a quedar callada. Solo quiero recuperar a mis hijas y vivir tranquila”, señala Sharon Selene Cimá Nail.
Perjuicio familiar
“Quiero que vean mi caso. Mis hijas no tienen la culpa”, expresó Sharon entre lágrimas, refiriéndose al impacto que esta situación ha tenido en su familia.
A pesar de los intentos por buscar apoyo, incluyendo visitas al Palacio Municipal y mensajes dirigidos al alcalde en las redes sociales del Ayuntamiento de Kanasín, dijo que su clamor ha sido ignorado e incluso bloqueado.
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán