Los obispos católicos de la CEM solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación no prohibir la colocación de Nacimientos Navideños en edificios de gobierno.
Los obispos católicos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) solicitaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no prohibir la colocación de Nacimientos Navideños en edificios de gobierno, como está planteado en un proyecto de sentencia a discutir la próxima semana.
«Las ideas contenidas en el documento que será discutido por los ministros de la Corte, constituyen un acto de represión a los símbolos y expresiones culturales que forman parte del patrimonio histórico y cultural del pueblo mexicano.
«Lo que no encuentra sustento, ni precedentes en otros países democráticos, ni los en los sistemas internacionales de Derechos Humanos”, señaló a nombre de la CEM, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, secretario general del Episcopado.
La CEM rechazó a través de un video difundido en redes sociales el proyecto pendiente en la primera sala de la SCJN, en relación a una demanda de amparo, que sostiene la inconstitucionalidad de colocar escenas del nacimiento de Jesucristo en espacios públicos.
Desde diciembre de 2020, el colectivo yucateco Kanan presentó tres demandas de amparo en contra de los ayuntamientos de Chocholá, Izamal y Mérida, “por violentar el Estado Laico al poner imágenes religiosas como nacimientos en edificios públicos”, tales como palacios municipales y plazas principales.
Luego de constatar la instalación de imágenes religiosas en los palacios municipales, activistas de Mérida, Chocholá e Izamal presentaron demandas ante el Poder Judicial de la Federación (PJF), al considerar que las autoridades estaban manifestando “una preferencia por una religión en particular”.
Según explicaron a través de un comunicado en su momento, las imágenes del Nacimiento de Cristo son una manifestación de culto propia de la religión católica, por lo que es inconstitucional su incorporación a edificios públicos.
Al respecto, Ramón Castro, secretario general de la CEM, señaló que “el proyecto que se discutirá en la Suprema Corte pretende limitar expresiones y manifestaciones religiosas que son promotoras de la cultura de la paz y del amor”.
«Los obispos mexicanos expresamos nuestra grave preocupación y rechazo al nuevo proyecto de resolución que será discutido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, relacionado con los juicios de amparo, en los que se ha reclamado la supuesta inconstitucionalidad de la colocación de representaciones del nacimiento de Jesucristo en espacios públicos”, indicó.
A nombre de la Iglesia Católica, el alto prelado indicó que el proyecto en cuestión desconoce el contexto antropológico, social y cultural que representan para los mexicanos los símbolos religiosos en el espacio público, por lo que insistieron en que merecen reconocimiento legal.
«El proyecto de sentencia busca establecer, como criterio judicial, la prohibición de los símbolos culturales de todo tipo religioso, en el caso concreto de origen cristiano en el espacio público”.
«Los símbolos y las tradiciones culturales de carácter religioso, merecen reconocimiento jurídico, especialmente cuando han adquirido nuevas dimensiones, aunadas a la propia religión, que contribuyen a la riqueza e identidad de la nación”, expresó.
Acusó a nombre de los obispos del país que las ideas contenidas en el documento que será presentado ante la SCJN son opresivas y amenazan el patrimonio histórico y cultural de los mexicanos.
«Pensemos en un momento en los miles de peregrinos, de miles de imágenes de la virgen de Guadalupe que el pueblo venera, en mercados, sitios de transporte, barrios y hospitales que podrían ser arrebatados por una decisión como la que se propone.
«En este sentido el Papa Francisco ha señalado que el debido respeto a las minorías de agnósticos o no creyentes deben ponerse de un modo arbitrario que silencie las convicciones de mayorías creyentes o ignore la riqueza de las tradiciones religiosas, eso a la larga fomentaría más el resentimiento que la tolerancia y la paz”, concluyó Ramón Castro.
Fuente: Excélsior