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Por Selene Tamayo
Aunque su uso principal es para el control de la glucosa en pacientes con diabetes tipo 2, cada vez más personas recurren a este fármaco por sus efectos en la pérdida de peso, lo que ha encendido el debate médico.
¿Qué es Ozempic y para qué fue creado?
Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, fue aprobado para regular los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. Actúa imitando a la hormona GLP-1, que estimula la liberación de insulina y retrasa el vaciamiento del estómago, lo que ayuda a que la sensación de saciedad dure más tiempo.
El salto de la receta médica a la moda de las redes sociales
Aunque nació como tratamiento para una enfermedad crónica, en los últimos años ha ganado popularidad por su efecto en la disminución del apetito y la pérdida de peso, llegando a mencionarse en programas de televisión y publicaciones de celebridades. Sin embargo, su uso sin indicación médica representa un riesgo real para la salud.
Posibles consecuencias de un uso indebido
El consumo sin supervisión de Ozempic puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, mareos y deshidratación. En casos poco frecuentes, se han documentado inflamación del páncreas, problemas en la vesícula biliar y alteraciones en la función renal.
Escasez y problemas de acceso
El interés creciente por su uso como apoyo para adelgazar ha provocado desabasto en farmacias, afectando a pacientes con diabetes que dependen del medicamento para su tratamiento. Autoridades sanitarias piden a la población no adquirirlo sin receta y evitar la automedicación.
Llamado a la responsabilidad
Endocrinólogos y nutriólogos coinciden: Ozempic no es un producto milagroso ni una solución rápida para perder peso. Su uso debe ser parte de un plan integral que incluya cambios en la alimentación, actividad física y seguimiento médico constante.
Instituciones de salud señalan que, aunque la semaglutida también se comercializa con otros nombres y presentaciones para la pérdida de peso, el acceso debe ser controlado. Además, el uso indiscriminado ha provocado escasez en algunos países, afectando a quienes realmente lo requieren para su tratamiento de diabetes.
En palabras de un endocrinólogo consultado: «El medicamento es seguro y eficaz cuando se usa de forma adecuada y bajo vigilancia médica, pero no es una solución milagrosa para bajar de peso».
