El parlamento israelí, la Knesset, aprobó hoy una controvertida moción no vinculante para incluir en su agenda la anexión de Cisjordania, mediante una votación de 71 contra 13 votos. La resolución, impulsada por diputados de partidos como el Sionismo Religioso, Likud y Yisrael Beytenu, define zonas como Judea, Samaria y el Valle del Jordán como «parte inseparable de la patria histórica del pueblo judío» y exige «aplicar la soberanía israelí a estas áreas».
Amir Ohana, presidente de la Knesset, celebró el resultado recordando los orígenes del territorio. “La tierra de Israel pertenece al pueblo de Israel”, dijo tras la votación. “Los judíos no pueden ser los ‘ocupantes’ de su propia patria ancestral.” También subrayó: “En 1967, la ocupación no comenzó; terminó, y nuestra patria fue devuelta a sus legítimos dueños”.
En su discurso, Ohana apeló a la idea de unión nacional y fuerza espiritual: “Estas son verdades que ninguna falsa narrativa puede cambiar. Esta es la verdad histórica… y esta es también la única manera de lograr la paz verdadera mediante la fuerza… Estamos aquí para quedarnos”.
Aunque el texto fue aprobado por amplia mayoría, la resolución carece de implicancia legal inmediata y no tiene fuerza para modificar el estatus jurídico de Cisjordania. Se trata de una moción para la agenda, que define prioridades pero no obliga al gobierno a tomar acciones concretas.
La moción fue presentada por Simcha Rothman (Sionismo Religioso), Dan Illouz (Likud) y Oded Forer (Yisrael Beytenu), quienes señalaron que la anexión transmitiría al mundo que “Israel no aceptará soluciones que impliquen concesiones territoriales peligrosas” y demostraría “su compromiso con su futuro como un estado judío seguro”.
Esta votación se da en un contexto de presión interna dentro del gobierno de Benjamin Netanyahu, donde ministros del Likud, junto al presidente de la Knesset, habían firmado una petición instando a Netanyahu a concretar acciones antes del receso parlamentario de verano. El grupo sostuvo que la reciente “asociación estratégica” con Estados Unidos, especialmente tras el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, crea una oportunidad histórica para avanzar estos planes.
Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas y figura prominente dentro del ala ultranacionalista, declaró sentirse listo para “aplicar la soberanía inmediatamente” tan pronto Netanyahu lo ordene.
Cisjordania ha estado bajo ocupación israelí desde 1967. La Corte Internacional de Justicia ha declarado esta ocupación como ilegal según el derecho internacional, ordenando desmantelamientos de los asentamientos Financial Times.
El respaldo político expresado en la Knesset enmarca una dinámica donde Israel refuerza sus asentamientos en zonas pobladas por aproximadamente 500 mil colonos junto a casi tres millones de palestinos. Esto complica aún más la viabilidad territorial de un Estado palestino y erosiona los esfuerzos por una solución pacífica en dos Estados.
Dentro de Israel, la moción recibió apoyo mayoritario desde la coalición y algunos sectores de la oposición. Frente a esto, partidos de centro e izquierda como Yesh Atid y los Laboristas se ausentaron, en contraste con el respaldo parcial que obtuvo la propuesta similar del año pasado, que había llenado de tensiones el arco parlamentario.
No obstante, analistas subrayan que el avance simbólico no garantiza una implementación real. Se necesitaría legislación adicional y enfrentaría resistencia en tribunales israelíes y en el plano internacional, dado que el Estatuto de Roma y resoluciones del Consejo de Seguridad prohíben la anexión unilateral.
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Fuente: Excelsior