El nutriólogo infantil Carlos Dorantes informó que los niños aumentaron hasta cinco kilos en promedio durante el periodo vacacional
Durante las vacaciones, los niños suben de peso, en promedio, entre tres y cinco kilos o por lo menos una talla, lo que “alimenta” el problema de obesidad infantil, que afecta al 35.6 por ciento de infantes yucatecos de entre cinco y 11 años de edad, según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), advirtió el nutriólogo infantil, Carlos Abraham Dorantes.
El especialista indicó que debido a la baja actividad física de los niños durante las temporadas vacacionales, estos suelen subir de peso, por lo que recomendó a los padres de familia hacer que sus hijos tomen algún deporte y fomenten una sana nutrición.
“Lamentablemente, el Estado se encuentra entre los primeros 10 lugares a nivel nacional en materia de sobrepeso y obesidad infantil, siendo este un problema muy grave, pues afecta a casi el 40 por ciento de los niños en Yucatán”, aseguró.
“Ahora que finalizan las vacaciones, hay que hacer que tengan más actividad física y que coman mejor, esto no significa que les pongan una dieta que no les gusta, sino que coman responsablemente, por ejemplo son niños, no les vas a prohibir comer unas papitas o un chocolate, pero que lo hagan fines de semana o que compensen eso con un deporte o disciplina que al final de cuentas también ayuda con su desarrollo”, comentó.
Asimismo, explicó que quienes padecen sobrepeso u obesidad en la infancia, corren el riesgo de tener comorbilidades en la adultez. “Si ahora, de niños, seguimos fomentando la mala nutrición, estamos haciendo que sean más propensos a que sean adultos con diabetes, hipertensión, colesterol alto y demás enfermedades, hay estudios que demuestran que el 50 por ciento de quienes tuvieron sobrepeso en la niñez y adolescencia tienen estas enfermedades actualmente”, recordó.
Recalcó que los malos hábitos comienzan en el hogar, y son el principal factor para el desarrollo de obesidad en etapas tempranas.
“No hay que regañarlos, hay que poner el ejemplo, no privarlos de lo que ya los acostumbramos a que coman y hagan, sino fomentando nuevos hábitos, un niño es el reflejo de lo que nosotros como adultos hacemos, y si queremos hijos sanos debemos empezar por nosotros mismos”, finalizó.
Fuente: Por Esto/Darcet Salazar