miércoles, octubre 2

Piden a varones dejar el alcohol si quieren concebir

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Se ha hablado mucho de los efectos que el consumo de alcohol por una mujer embarazada podría tener en la salud de su hijo que está por nacer.

Pero el consumo de alcohol por los hombres también aumenta el riesgo de defectos congénitos en los recién nacidos, y un nuevo estudio muestra que los hombres que quieran evitar esto tendrán que dejar de beber alcohol hasta tres meses antes de intentar concebir.

El semen de los hombres que consumen alcohol con regularidad se ha vinculado con defectos cerebrales y faciales asociados con el síndrome alcohólico fetal y otras complicaciones del embarazo, señalan investigadores.

Los expertos afirman ahora que los efectos del consumo de alcohol tardan mucho más de lo que se calculaba anteriormente (más de un mes) en abandonar el esperma del padre.

Michael Golding, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Texas A&M, señala que “cuando alguien consume alcohol de forma regular y luego deja de hacerlo su cuerpo pasa por la abstinencia, en la que tiene que aprende a funcionar sin la presencia de la sustancia química”.

“Lo que descubrimos es que los espermatozoides del padre siguen viéndose afectados negativamente por la bebida, incluso durante el proceso de abstinencia, lo que significa que los espermatozoides tardan mucho más de lo que pensábamos en volver a la normalidad”.

Para ir a lo seguro, Golding sugiere que los padres se abstengan de beber alcohol al menos tres meses antes de la concepción.

“Todavía hay mucho trabajo por hacer para obtener una respuesta dura, pero sabemos que los espermatozoides se producen en el transcurso de 60 días, y el proceso de extracción toma al menos un mes”, dice Golding. “Por lo tanto, mi cálculo sería esperar al menos tres meses”.

El síndrome alcohólico fetal es un riesgo importante en el embarazo y puede ocasionar rasgos faciales anormales, bajo peso al nacer, problemas de atención e hiperactividad, y mala coordinación.

Actualmente, un diagnóstico de síndrome alcohólico fetal requiere que los médicos confirmen que la madre bebió durante el embarazo, pero no el padre, señalan los investigadores.

“Durante años, en realidad no se ha tenido en cuenta el consumo de alcohol entre los hombres”, admite Golding. “En los últimos cinco a ocho años, hemos comenzado a notar que hay ciertas condiciones en las que hay una influencia paterna muy fuerte en lo que respecta a la exposición al alcohol y el desarrollo fetal”.

Beber alcohol estresa el hígado de una persona, lo que hace que el cuerpo produzca en exceso ciertas sustancias químicas.

Golding y sus colegas descubrieron que la abstinencia causa el mismo tipo de estrés, alargando efectivamente la duración de los efectos del alcohol en el cuerpo mucho más allá de la decisión de abstenerse.

“Durante la abstinencia, el hígado experimenta un estrés oxidativo perpetuo y envía una señal a todo el cuerpo masculino”, explica.

“El sistema reproductivo interpreta esa señal y dice: ‘Oh, estamos viviendo en un entorno que tiene un factor de estrés oxidativo muy fuerte. Necesito programar a las crías para que puedan adaptarse a ese tipo de entorno’”.

Es probable que esas adaptaciones a los espermatozoides no sean beneficiosas, sino que conduzcan a problemas como el síndrome alcohólico fetal, advierte Golding.

Además, un individuo no tiene que ser un sabueso del alcohol para que su bebida afecte a la calidad de su esperma.

“En los modelos que estamos usando, incluso beber de tres a cuatro cervezas después del trabajo varios días a la semana puede inducir la abstinencia cuando el comportamiento cesa”, alerta Golding. “Puede que no te sientas ebrio, pero tu cuerpo está pasando por cambios químicos”.

Golding espera que su trabajo mejore los resultados del embarazo y cambie la conversación sobre quién es responsable de los defectos congénitos relacionados con el alcohol, ya que las madres han cargado con la mayor parte de la culpa hasta ahora.

El nuevo estudio aparece en la revista “Andrology”.

De un vistazo

Influencia paterna

“En los últimos 5 a 8 años hemos notado que hay ciertas condiciones en las que hay una influencia paterna muy fuerte en lo que respecta a la exposición al alcohol y el desarrollo fetal”, dice el profesor Michael Golding.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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