martes, noviembre 12

Piden caminar con la iglesia

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Invitan a no ser francotiradores de la fe ni “san creo”

La Semana Mayor comenzó a las 7 horas con la celebración del Domingo de Ramos a las puertas de la parroquia La Purísima Concepción y San José, en el centro de esta ciudad.

El párroco Óscar Cetina Vega bendijo las palmas que se repartieron a los feligreses reunidos desde las 6:30 horas para participar en el oficio.

Luego, el párroco, el vicario, Fernando Pan Aranda, y el diácono permanente José Melquiades Chan Díaz encabezaron la procesión de la iglesia al campo Hidalgo, en la calle 31 con 72.

El contingente fue custodiado por elementos de Protección Civil, al mando de su director, Aurelio Teodoro Medina Pérez.

Como antes de la pandemia del Covid-19, numerosos fieles con palmas participaron en la procesión y en la misa del Domingo de Ramos.

En el campo, los fieles ocuparon las gradas y casi todas las mil sillas colocadas.

Tras la lectura sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, el párroco dijo que la Semana Santa es la celebración más grande de la iglesia y culmina con la solemne vigilia pascual, con la alegría gozosa de la resurrección de Jesús.

Agregó que desde hace vario días que pasan varias ideas en su mente para esta Semana Santa “y en mi corazón la idea más nítida y más presente es la semana de amor y fragilidad, semana si ustedes quieren de amor y de pecado, el amor de Dios que en Cristo nos expresa la grandeza de su misericordia y el pecado de nosotros.

“Así que en esta Semana Santa es nuestra tanda el amor de Dios y nuestra fragilidad, lo importante no es lo que decimos y hacemos, sino lo que Cristo dice y hace, Jesús siempre reaccionó amando en su silencio y en su palabra”, añadió.

Asimismo, dijo que el burro, que usó Jesús para entrar a Jerusalén, en la antigüedad era considerado un animal de paz, no como el caballo que representaba instrumento de guerra.

Señal de paz

Cuando los reyes veían venir a otro rey preguntaban en qué iba montado; si a caballo, daba órdenes de prepararse para la guerra, pero si estaba en un burro, ordenaba abrir las puertas del reino para recibirlo porque llegaba en señal de paz, contrastó.

Jesús nos invita a vivir la Semana Santa con un espíritu de paz, agregó.

La procesión de los ramos es otro signo importante (de la Semana Santa), pues “caminamos junto con Cristo siguiéndolo para gozar en su momento de gloria de su resurrección, pero significa que como iglesia caminamos juntos, creer lo que cree la iglesia y vivir la fe como lo vive la iglesia.

“Todo con la iglesia nada sin la iglesia; hay francotiradores de la fe que viven como creen, con las devociones que creen y hacen lo que creen, son ‘san creo’”, afirmó.

Fuentes: Diario de Yucatán.

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