La Liga Mexicana vivió una de las peores noches de su pitcheo.
En Durango, las tres primeras entradas del partido del martes fueron un verdadero espanto para el pitcheo de los Leones de Yucatán. El resto, un dolor de cabeza para los lanzadores de Caliente.
Por increíble que parezca, al abridor Odrisamer Despaigne, quien aceptó monumental racimo de 10 carreras en el segundo episodio, salió para lanzar el tercero. Y cuando se fue a las duchas, tras dos y dos tercios, los Leones estaban siendo apaleados por Caliente.
El equipo de Durango, penúltimo de la Zona Norte, terminó apaleando 16-10 a los melenudos, que otra vez se quedaron con las ganas de llegar a .500 en ganados y perdidos.
Despaigne hizo 50 pitcheos en la segunda, en la que desfilaron 14 bateadores en la caja y el racimo de diez fue coronado por grand slam de Ricky Álvarez. Sus 11 carreras se parecen mucho a lo sufrido por Logan Ondrusek (apertura de 12 anotaciones) y César Álvarez (salida de 9) en juegos iniciados esta temporada.
En las redes sociales a los Leones les llovía tan duro como en el diamante del Estadio “Francisco Villa”. ¿En quién recae la decisión de aguantar tanto a los abridores? Los fanáticos señalan como una mala forma de exhibir a los pitchers.
Tras ocho bateadores, el cuerpo técnico dio señales de vida, y el coach de pitcheo Octavio Álvarez subió a la loma, pero mantuvieron a Despaigne. Luego del brutal racimo, el cubano regresó a la loma para abrir la tercera y lo retiraron después de dos outs, con 11 carreras y nueve hits admitidos. Una pena total.
Y con los Leones sin pitcheo, y Caliente pasando por lo mismo, el primero de la serie se convirtió en una pachanga.
El partido “colaboró” para que la Liga Mexicana tuviera en su jornada un total de 183 carreras, un escandaloso 18.3 de promedio. El pitcheo está viviendo uno de sus peores años en la pelota mexicana. Este duelo tuvo a 13 serpentineros (siete de Durango), 26 carreras, 39 indiscutibles y 3:38 horas de juego.
La debilidad de los cuerpos de lanzadores de Leones y Caliente hizo que su primer encuentro, presenciado por apenas 1,561 personas (pero se veían menos en las tomas de la televisión) hizo que el partido estuviera “cerrado” en el séptimo episodio, en el que se puso el score 14-9, pero en el cierre Durango hizo dos más para zanjar la ventaja.
A Despaigne le siguieron en la loma el yucateco Saúl Vázquez, con tres hits y una carrera en una y un tercio, y tras el zurdo, subieron Ronnie Williams (dos carreras con cuatro imparables en dos actos), Brandon Quintero (dos tercios) y Jonathan Vargas (un out).Por Durango abrió Tanner Tully (tres y dos tercios) y le siguieron seis pitchers más, siendo el ganador el brasileño Thiago da Silva.
Los equipos batearon que dio gusto: Yucatán conectó 18 hits, tres de Diosbel Arias, Yangervis Solarte y Yadir Drake, y dos de Aledmys Díaz (uno fue jonrón). Durango se fue con 21 imparables, con Alonso Gaitán encabezando la ofensiva con cuatro hits.
En la jornada de la LMB, no hubo un partido con menos de diez carreras. A los superlíderes Diablos Rojos los vapulearon en Monterrey por los Sultanes, 17-4, su peor derrota de la temporada. Y los demás resultados fueron: Piratas de Campeche 6, Tecolotes de los dos Laredos 7; Dorados de Chihuahua 9, Pericos de Puebla 17; Rieleros de Aguascalientes 11, Guerreros de Oaxaca 5; Algodoneros del Unión Laguna 6, Águila de Veracruz 8; Saraperos de Saltillo 7, Bravos de León 10; Tigres de Quintana Roo 4, Charros de Jalisco 13; Olmecas de Tabasco 3, Acereros de Monclova 12, y Conspiradores de Querétaro 3, Toros de Tijuana 15.
Fuente: Diario de Yucatán
