¿Por qué es posible un ‘atorón’ para la economía de México en 2024? Indicadores clave

Si bien se espera que la economía en la primera mitad de este año siga creciendo, hay factores para que el cierre de 2024 sea ‘turbulento’ para México.

Expertos argumentan que la economía en México tuvo un desempeño mejor el año pasado a comparación del 2022; sin embargo, es necesario tener cautela, debido a que hay factores que reflejan un estancamiento al cierre de 2023.

Si bien se espera que la primera mitad de este año continúe el crecimiento, es posible que al cierre se llegue a diferentes circunstancias que afecten la actividad económica.

Este año es importante en México debido a las elecciones presidenciales, que suelen tener efectos en la economía después de conocerse el resultado. Además, el contexto mundial apuntaría a una pérdida global de dinamismo en la economía, principalmente en Estados Unidos, que este año también se mide en elecciones.

El periodista Víctor Piz explica en su columna de este domingo 21 de enero para El Financiero que hay una serie factores que sugieren una desaceleración en la economía desde finales del año pasado y que podría continuar durante este año.

Indicadores de desaceleración económica en México y sus riesgos este año

La información compartida por el periodista Víctor Piz apunta a que, a pesar de que 2023 fue un año considerado bueno para la economía, el cierre sugirió un “atorón”, y estos son algunos indicadores:

Los datos del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE)

El informe de la IOAE, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), correspondiente a diciembre del año pasado, indica que la actividad económica se habría incrementado en un 0.1 por ciento mensual y 2.6 por ciento anual, reflejo de una desaceleración por tercer mes consecutivo y la más baja desde marzo del año pasado.

Víctor Piz señala que esta información se complementa con la de noviembre, ya que los niveles de actividad económica estimados de ese mes fueron revisados a la baja, de un crecimiento del 0.4 por ciento a una contracción del 0.4 por ciento, que se habría presentado luego de un retroceso del 0.1 por ciento en octubre.

La actividad económica, con estos datos, reportarían un incremento del 0.2 por ciento en el cuatro trimestre del 2023 con respecto al tercer trimestre, lo que sería el menor crecimiento trimestral desde el tercer trimestre del 2021.

Otra comparación que sería reflejo de la desaceleración de la economía en México es el crecimiento con respecto a años pasados, ya que en el cuarto trimestre de 2023 se habría crecido un 3 por ciento con respecto al mismo periodos del 2022.

Dicho dato se contrasta con el crecimiento económico del tercer trimestre del año pasado a comparación de 2022, cuando el crecimiento fue del 3.3 por ciento.

James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco, señala que en el sentido estricto, hay una pérdida de dinamismo en la economía mexicana.

Comercio y servicios

El informe de la IAOE apunta a que una de las razones de la ralentización de la economía sería el estancamiento en los comercios y servicios en diciembre, así como un incremento de la industria en un 0.1 por ciento en ese mes, luego del retroceso de un 1 por ciento en noviembre.

Y aunque no deja de ser un “buen año”, de acuerdo con James Salazar, “era insostenible que en todo el año tuviéramos crecimientos muy robustos o a los mismos niveles.”

Las eleciones en 2024

México afronta una de las elecciones más importantes de su historia, en la que se espera una participación récord de mexicanos; sin embargo, esto influirá en el desarrollo de la economía para la segunda mitad del año, independientemente de quien gane.

Víctor Piz señala que se prevé que durante la primera mitad del año existan condiciones para el crecimiento económico; sin embargo, en el segundo semestre México puede verse afectado por la pérdida de dinamismo global, reflejada en Estados Unidos.

Salazar señala que una vez que terminan las elecciones, existe un “atorón” principalmente en sectores como el consumo y la inversión, ya que los agentes económicos esperan a que comience la nueva administración para definir sus planes, lo que implica un retraso en planes de inversión.

Fuentes: El Financiero.