domingo, septiembre 29

Precios de las casas en Yucatán aumentan tras alzas en los materiales

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Los precios de los insumos utilizados en la construcción de vivienda se han ido al alza en números brutales. La situación no es de ahora, sino de unos años a la fecha, afirmó Sergei Ramón López Cantón, presidente de la delegación Yucatán de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).

Solo en los últimos cinco años, explicó el dirigente, los principales materiales que se usan para edificar una vivienda han subido entre un 50 y un 70 por ciento. Sin embargo, aseguró que los desarrolladores no han incrementado los precios de las casas al mismo ritmo y muchos absorben parte de las alzas en sus utilidades.

Citó como ejemplo que el precio promedio de la vivienda económica y popular solo ha subido en 25% en esos cinco años.

También indicó que un 25% de las viviendas que se venden cada año en Yucatán es para personas que llega de otras partes del país, lo cual refleja que la entidad sigue siendo un polo de atracción por varios factores.

La Canadevi no se siente aludida por el Infonavit

El ingeniero López Cantón abordó esos temas en una entrevista en la que dijo que los desarrolladores de vivienda de Yucatán no se sienten aludidos en recientes declaraciones del director general del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez.

El funcionario federal, como informamos, manifestó que los constructores ya no quieren hacer vivienda económica por el escaso margen de ganancia que les genera y calificó a estos empresarios de egoístas y usureros. Esta delegación ha mostrado total voluntad y compromiso en ofrecer vivienda económica, dijo Sergei López.

La delegación Yucatán de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) dice que no se siente aludida en recientes declaraciones del director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit).

“No nos sentimos aludidos. Esta delegación ha mostrado total voluntad y compromiso en ofrecer vivienda económica. Lo ha hecho antes y lo sigue haciendo hoy”, subraya su presidente, Sergei Ramón López Cantón.

Polémicas declaraciones del director general del Infonavit

Hace unos días publicamos que el director general del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, declaró en esta ciudad —en el marco de un evento político— que los constructores ya no quieren hacer vivienda económica por el escaso margen de ganancia que les genera. Incluso, calificó a estos empresarios de egoístas y usureros.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) reaccionó de inmediato. Dijo que los constructores de vivienda y los desarrolladores inmobiliarios de México siempre han cumplido con el papel que les corresponde para abatir el rezago en vivienda digna y decorosa para el trabajador.

La CMIC añadió que llamar “egoístas y usureros” a los empresarios “de ningún modo puede contribuir a abatir el rezago de vivienda económica que tanto necesitan los trabajadores”.

Entrevistado sobre el tema, el ingeniero López Cantón recalca que los promotores de vivienda locales no se sienten aludidos en los señalamientos del director general del Infonavit.

Incluso, recuerda que en mayo pasado, durante la inauguración de la Expo Vivienda en Mérida, el propio secretario general de ese instituto, Rogerio Castro Vázquez, elogió públicamente el trabajo de los desarrolladores de vivienda en Yucatán y dijo que las casas que se construyen en esta entidad son las mejores del país.

“Estamos hablando de una persona que tiene un puesto, una influencia y una connotación nacional, con conocimiento de causa de todo lo que ocurre en el país”, agrega. “Coincidimos con su punto de vista de que en Canadevi Yucatán siempre hacemos las cosas con total compromiso y seriedad, sobre todo cuando se trata de la vivienda económica”.

Capacidad de compra

Enseguida especifica la situación por la cual atraviesa la vivienda económica:

—Reconocemos que la vivienda económica está pasando por una situación compleja en los años recientes. En el caso de Yucatán tenemos la problemática de que más de la mitad del universo de derechohabientes del Infonavit no puede comprar una casa hoy porque no le alcanza su capacidad de compra.

—El precio promedio de la vivienda económica y popular, dos segmentos que atiende la base de la pirámide, es de 433,000 pesos y la vivienda más barata está en alrededor de 370 mil pesos.

—Para que una persona pueda comprar una casa de esos segmentos tiene que ganar al menos tres UMAS (Unidad de Medida y Actualización). Tres UMAS son alrededor de 9,000 pesos al mes, y más de la mitad del padrón de derechohabientes no llega a los tres UMAS. Entonces, no le alcanza para adquirir la vivienda.

—De 2007 a 2018, que fueron los años en que el gobierno federal tenía programas de subsidio a la vivienda por medio de Conavi (Comisión Nacional de Vivienda), se pudo beneficiar a 45,000 familias en el Estado gracias a este esquema de apoyo que había para el derechohabiente.

—Es decir, esto les daba a las personas el empujoncito que necesitaban para brincar, digamos, de 2.5 a los 3 UMAS. Así podían comprar la vivienda.

—A partir de 2019 el gobierno federal no continuó este programa de apoyo. ¿Y qué ocurrió? Que aquí en la delegación Yucatán de Canadevi nos pusimos a ver qué hacíamos, porque la vivienda económica se debe continuar haciendo, porque la necesidad de una vivienda continúa.

Programa estatal

—Nos acercamos al gobierno del Estado para buscar una solución conjunta. Así, en 2020 y 2021 el Ejecutivo del Estado creó un programa de apoyo a la vivienda social. Y gracias a ese apoyo se logró, en esos dos años, que 1,500 familias pudieran comprar una casa. Sin ese programa no lo hubieran conseguido.

—Si comparamos el dinamismo de la vivienda económica y popular de 2015 a 2018 nos ubicamos en alrededor de cinco mil o seis mil casas al año en ese segmento. Esa cantidad representaba más o menos el 50% de toda la vivienda que se vendía en el Estado, porque al final del día es la base de la pirámide, donde más compradores hay.

—En 2019, 2020 y 2021, los números que antes eran de cinco mil o seis mil casas disminuyeron a un promedio de tres mil a cuatro mil (al año). Esto termina representando alrededor del 40% de toda la vivienda que se vendía en el Estado.

—Si no hubiéramos contado con el programa de apoyo estatal, hoy estaríamos igual que el resto del país. Y en el resto del país, la caída que tuvo este segmento de vivienda fue más fuerte, con impacto muchísimo mayor.

—Hoy, en el resto de México se hace un 60 por ciento menos de vivienda económica y popular en comparación con lo que se hacía en 2015.

—Estas cifras se deben en parte a que hemos encontrado en el gobierno del Estado a un aliado para darles opciones a los yucatecos, y también se deben al compromiso que tiene esta delegación en este segmento de vivienda.

—Sería muy fácil de nuestra parte decir: “¡Ah, pues ya está, se acabó y que pase lo que tenga que pasar!” No es el caso, pues hay compromiso y voluntad para que la vivienda económica y popular se continúe desarrollando.

—Las necesidades están allí y el beneficio social de dotar de una vivienda a la gente que más lo necesita es mayor que cualquier otro beneficio que se pudiera obtener. Contar con una casa previene la violencia doméstica, el hacinamiento, los asentamientos irregulares… Dotar de una casa a las familias también tiene una influencia en la seguridad pública.

—En este programa estatal de apoyo no solo el gobierno pone recursos. También lo hacen los desarrolladores, con alrededor de 6,500 pesos por cada vivienda.

—Nos preocupa mucho la situación de la vivienda económica. Creemos que para poder atender a este segmento de la población como se merece hay que contar con el apoyo del gobierno en los tres niveles. Debe haber políticas públicas a favor de la vivienda para beneficio de los ciudadanos. Debe haber programas de apoyo para la gente que más lo necesita.

—Reconocemos que el Infonavit ha estado sacando nuevos productos crediticios para satisfacer la infinidad de necesidades de la gente, pero creemos que debe tener también un enfoque mayor en otorgar un vehículo de salida a créditos hipotecarios para esta gente que más lo necesita.

—El año pasado el Infonavit sacó un producto que se llama Unamos Crédito. Consideramos que es un producto maravilloso porque le otorga a dos personas, que no necesariamente tengan una relación familiar, la posibilidad de unir su crédito para comprar una vivienda. Es un ejemplo bueno de lo que se puede hacer.

—También hay que ver el tema de incentivos, para que a través de la normatividad, de la legislación, se puedan disminuir costos. Sería bueno que los costos de ciertas licencias y derechos puedan tener diferencias en el caso de la vivienda social. Al disminuir el costo normativo se abre la posibilidad al desarrollador de que ofrezca una vivienda a un precio mucho más accesible.

—Estamos en una situación de incremento de costos, no de hoy sino de varios años para acá. Los precios de los insumos que ocupamos para construir la vivienda se han ido al alza, y en números brutales.

—Los principales materiales que usamos para edificar una vivienda han subido entre un 50 y un 70 por ciento en estos últimos cinco años. Y el precio promedio de la vivienda económica y popular solo ha subido en esos cinco años en 25%.

Un dígito, ya no dos

—Los desarrolladores no han incrementado los precios de la vivienda en los mismos ritmos que están subiendo los insumos. Muchos han estado absorbiendo parte de esos aumentos en sus utilidades. Hace muchos años que la utilidad de la vivienda económica y popular está en un dígito, ya no en dos dígitos, y esto nos pone a los desarrolladores en la necesidad de ir buscando esquemas de innovación, de optimización de procesos y de reducción de mermas para que la vivienda se pueda seguir ofertando a un precio al alcance de la gente.

En cuanto a las operaciones de los socios de Canadevi en lo que va del año, Sergei López indica que aún no están disponibles los datos del cierre del segundo trimestre, pero al primer trimestre había ya 2,000 viviendas desplazadas, que representan alrededor del 20% de lo que esperan en el año.

“Siempre es el segundo semestre cuando la dinámica inmobiliaria se incrementa”, abunda. “Lo que tuvimos en el primer trimestre es lo que esperábamos”.

El directivo también revela que alrededor de un 25% de las viviendas que se venden cada año en Yucatán es para personas que vienen de otras partes del país, atraídas por la calidad de vida y el ambiente de seguridad y certeza jurídica que prevalecen en la entidad.

Fuente: Diario de Yucatán

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