La convocatoria atrajo a familias completas y a ciudadanos de distintas edades, integrándose a manifestaciones similares realizadas de manera simultánea en diversas ciudades del país.
Desde temprano, el Paseo de Montejo y el Monumento a la Patria comenzaron a llenarse de asistentes vestidos de blanco y usando sombreros, quienes expresaron su rechazo a los niveles de inseguridad y mostraron inconformidad con las autoridades federales.
La logística presentó algunos momentos de confusión debido a la difusión de dos horarios distintos. A las 9:00 de la mañana se reunió el primer contingente, con alrededor de cien personas, frente al Monumento a la Patria. Minutos más tarde, otro grupo de aproximadamente 200 marchantes avanzó sobre el Paseo de Montejo rumbo al norte para unirse con el primero. Al unificarse, varios participantes hicieron uso del micrófono para compartir mensajes y consignas.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública implementaron cierres viales alrededor del área para garantizar la seguridad de los manifestantes. Antes de los bloqueos, algunos automovilistas mostraron respaldo al movimiento, mientras que otros expresaron su desacuerdo.
Más adultos que jóvenes
A pesar de que la convocatoria estaba dirigida principalmente a la Generación Z, personas nacidas entre 1997 y 2012, en la marcha destacaron participantes de edades mayores, lo que generó comentarios entre los asistentes sobre la composición real del movimiento.
Durante la concentración se escucharon consignas como “Viva Cristo Rey” y “Viva Dios”, aun cuando el colectivo organizador no mantiene una postura religiosa definida.
Aunque una parte del público se retiró antes del final, dos contingentes continuaron con el recorrido hasta la Plaza Grande, donde se anunció que concluiría la manifestación.
Ambiente, organización y participación
A lo largo del trayecto, varios asistentes mencionaron que decidieron unirse por iniciativa propia, mientras que otros señalaron que fueron motivados por familiares o grupos vecinales. También se observaron personas que marcharon con pancartas hechas a mano, con mensajes que pedían justicia, seguridad y paz.
Durante el recorrido, algunos negocios del Paseo de Montejo permanecieron abiertos y ofrecieron agua o sombra a quienes necesitaban un descanso. Trabajadores del sector turístico comentaron que la movilización no generó afectaciones significativas, aunque sí provocó ligeras demoras en el tránsito de visitantes.
Cierre en la Plaza Grande
Ya en la Plaza Grande, los organizadores agradecieron la presencia de quienes se mantuvieron hasta el final y reiteraron que el objetivo principal de la movilización era visibilizar el malestar social frente a los hechos de violencia ocurridos en el país.
Antes de disolverse, algunos asistentes aprovecharon para tomar fotografías, grabar videos y compartir mensajes en redes sociales, mientras que otros entonaron consignas de manera espontánea. Tras la concentración final, la zona recuperó la normalidad sin incidentes mayores.
Redacción Yucatánalamano
