lunes, octubre 21

Preocupante panorama agrícola en Yucatán durante los últimos 15 años

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Datos oficiales recientes revelan lo que es una auténtica debacle de sectores de la agricultura y la ganadería en Yucatán durante los últimos 15 años.

Autoridades estatales han sido responsables en parte de este panorama en el sector agrícola del Estado.

En los gobiernos que encabezaron Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello millonarios recursos de apoyos al campo fueron desviados, y en la administración actual, de Mauricio Vila Dosal, no se ha mostrado una política clara de fomento a las actividades agropecuarias.

De acuerdo con las cifras oficiales, la cosecha de maíz, cítricos y de otros cultivos disminuyó drásticamente en la entidad.

Además, el hato ganadero cayó 6.68% y la producción de leche está por los suelos en territorio yucateco.

En los gobiernos que encabezaron Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello millonarios recursos de apoyos al campo fueron desviados, y en la administración actual, de Mauricio Vila Dosal, no se ha mostrado una política clara de fomento a las actividades agropecuarias.

De acuerdo con las cifras oficiales, la cosecha de maíz, cítricos y de otros cultivos disminuyó drásticamente en la entidad.

Además, el hato ganadero cayó 6.68% y la producción de leche está por los suelos en territorio yucateco.

Al mismo tiempo, el hato ganadero cayó 6.68% —en contraste con el crecimiento de ese hato en Campeche (38.44%) y Quintana Roo (9.88%)— y la producción de leche bajó a niveles nunca vistos en 25 años.

Además, la mecanización del campo yucateco quedó por los suelos en este período. El estado ocupa el último lugar en el país, sólo arriba de Ciudad de México, en número de tractores, mientras el 98% de los productores agropecuarios no tiene acceso al crédito.

Las autoridades han sido responsables en parte de esta debacle. Entre 2007 y 2022, gobernaron el estado los priistas Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello, quienes ejercieron cientos de millones de pesos en apoyos al campo, muchos de los cuales acabaron en los bolsillos de funcionarios y empresarios corruptos.

En el actual gobierno de Mauricio Vila Dosal no sólo se redujeron sensiblemente los apoyos al campo, sino que tampoco se ha mostrado una política clara de fomento a las actividades agropecuarias.

Esta crisis ocasiona pobreza en las zonas rurales, emigración y alejamiento de los jóvenes de las actividades del campo.

De acuerdo con el Censo Agropecuario 2022, elaborado por el Inegi, en Yucatán, sólo el 5.85% de las personas que trabajan la tierra tiene entre 18 y 30 años.

De esta crisis únicamente se salvan las industrias porcícola y apícola, controladas en su mayor parte por consorcios privados que han registrado niveles muy elevados de crecimiento.

Es el caso del número de porcinos en el estado que aumentó de 241,999 en 2007 a un millón 606,200 en 2022, y las aves de corral que crecieron de 14 millones 904,196 a 38 millones 116,894, en el mismo período.

Censo

Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, comparó los resultados del Censo Agropecuario de 2007 con los del 2022, dados a conocer recientemente, y obtuvo datos que muestran el estado lamentable de muchas actividades agropecuarias.

Por ejemplo, el Censo de 2007 registra una superficie de 568,739 hectáreas (ha) sembradas ese año.

En 2022 esta superficie bajó a 339,044 ha, una caída de ¡229,695 hectáreas!, equivalente al 40.3%.

No sólo bajó la superficie sembrada, sino también la superficie de uso agrícola. En 2007 fue de 628,740 ha y en 2022 de 454,400 ha, pero sólo 402,564 correspondieron a la superficie agrícola declarada en las unidades de producción agropecuaria activas de Yucatán.

De ellas, como ya se dijo, apenas 339,044 fueron sembradas, explica el Inegi en un comunicado difundido con motivo de la publicación del Censo Agropecuario 2022.

Las causas por las que el resto de la superficie no se sembró, añade el Instituto, son porque estas tierras estaban en descanso o por mal temporal, falta de crédito, enfermedad, falta de dinero o apoyos, o bien, no hubo quien las sembrara.

Esto es una muestra clara del creciente abandono del campo. Los ejidatarios, por ejemplo, han dejado masivamente la agricultura y la ganadería. Entre 2007 y 2022 la superficie ejidal destinada a estas actividades disminuyó 57%, dice el Censo Agropecuario de 2022.

El cultivo de maíz es una prueba de esta crisis y de la incapacidad del campo yucateco para satisfacer las necesidades de su población.

En 2022 Yucatán produjo 111,945 toneladas (tn) de maíz, entre maíz amarillo, blanco y forrajero. En 2007 el volumen de producción fue de 132,883 tn, una diferencia de 20,938 tn, igual al 15.7%.

También cayó la superficie sembrada del grano. En 2007 ésta fue de 177,242 hectáreas y en 2022, de 67,864, una disminución de 62%, equivalente a 110,738 ha.

La producción de maíz en Yucatán en 2022 de 111,945 tn es insuficiente, si se observa que en ese mismo año, por el Puerto de Altura de Progreso entraron en el estado un millón 663,602 toneladas de ese cereal, que muestra el tamaño de la demanda no satisfecha y el fracaso de la política agrícola de los últimos gobiernos.

Otro ejemplo de la crisis en el campo es la caída de la producción citrícola, principalmente de la naranja, un cultivo que proporciona ingresos y empleo a miles de personas, sobre todo en el sur del estado.

Según el Censo Agropecuario de 2007, la superficie sembrada de naranja ese año fue de 12,434 ha y la producción de 120,634 tn, con un rendimiento promedio de 9.7 tn por hectárea.

En 2022 la superficie sembrada fue 20,183 ha y la producción de 82,885 tn; es decir, la cosecha bajó 37,778 tn, igual al 31.3%, aunque la superficie sembrada creció en 7,749 ha, un 62%, con un rendimiento promedio por hectárea de 4.1 toneladas.

Algo parecido sucedió con el limón, que hoy es el producto agrícola con mayor volumen de producción en el estado. (Continuará).— HERNÁN CASARES CÁMARA

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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