Las vacaciones de verano ya no dan más, ya “tronaron”, y el turismo de crucero es solo una ilusión, cada vez se quedan menos pasajeros, a la mayoría de los turistas extranjeros se los llevan a Mérida, zonas arqueológicas y otros destinos, pocos se quedan en el puerto, dijo ayer jueves el restaurantero William Castaldi.
“Ya no es como hace 10 años, cuando en un día de crucero las ventas eran de 3,000 dólares (unos 37,920 pesos al tipo de cambio del 10 de agosto de 2013); ahora son de 100 a 300 dólares (de 1,743 a 5,229 pesos) cuando nos va de medio bien a bien; ya no se quedan muchos turistas extranjeros, se puede ver hoy (jueves), hay pocos pasajeros del ‘Carnival Valor’ y gastan poco”, contrastó.
Según la Administración del Sistema Portuario Nacional de Progreso, el “Carnival Valor” llegó ayer a las 6:30 de la mañana, de Cozumel, con unos 3,800 pasajeros y 1,100 tripulantes, y zarpó a las 3 de la tarde con destino a Nueva Orleans.
Pocos pasajeros del barco estuvieron en la playa del malecón de esta ciudad, pasearon en bananas y carros turísticos, contrataron masajes y ocuparon palapas y camastros, las ventas estuvieron bajas, expresaron varios meseros y vendedores.
Castaldi sostuvo que la buena época de los cruceros ya pasó, pues ahora llevan a los pasajeros a otros lugares y pocos turistas del barco se quedan en el puerto.
Hace 10 años en un buen día de crucero las ventas en mi restaurante eran de 3,000 dólares, y cuando no nos iba bien se vendía 1,000 dólares, narró. Pero ahora las ventas, en la mayoría de los casos, son de 100 dólares y cuando al prestador de servicios le va bien son de 300 dólares; los cruceros ya son solo una ilusión, no dejan ganancias como en años anteriores.
En cuanto a las vacaciones de verano, Castaldi señaló que las de este verano ya se acabaron, ya no dan para más, al día llegan entre 3,000 y 5,000 paseantes, los sábados y domingos aumenta un poco, pero antes de la pandemia del Covid-19 de lunes a sábado llegaban hasta 30,000 personas por día y los domingos 100,000 paseantes invadían el malecón, se presentaban conjuntos musicales y la estancia en la playa era más atractiva.
Opinó que lo que afectó mucho a estas vacaciones fue el retén con alcoholímetro.
Dijo que aunque quitaron el retén con alcoholímetro en la salida de esta ciudad el daño ya está hecho.
Muchas personas que fueron multadas con $8,000 y $10,000 o fueron encarceladas y pagaron $15,000 por la multa y para sacar su vehículo del corralón no regresaron al puerto y difundieron lo negativo del puerto, destacó.
Fuentes: Diario de Yucatán.
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