Ramírez Marín en defensa de la Central de Abastos de Mérida
Por Ariel Irigoyen
Más de seis años de abandono sufren los héroes de la alimentación
El Senador Jorge Carlos Ramírez Marín se comprometió a rescatar del abandono a los “héroes de la alimentación”, así como defenderlos, ya que en los últimos seis años, han pretendido “borrar del mapa” a la Central de Abastos de Mérida (CAM), en perjuicio de más de mil familias.
Los locatarios denunciaron las arbitrariedades del presidente municipal, como el despojarlos de un terreno de nueve hectáreas para donarlo al Ejecutivo local, el cual pretendía instalar el Campus de Escuelas Normales de Yucatán.
Incluso, en tan sólo un año ya se registraron dos suicidios, tres incendios provocados y un intento de violación, entre otras anomalías cometidas en contra de los locatarios y los trabajadores, además que la comuna fomenta el comercio informal.
En un recorrido por las instalaciones, el legislador federal constató que los alrededores de las naves hay basura acumulada, las calles tienen baches, la reciente limpieza de los pozos pluviales y drenaje datan de 1993, las rampas están en pésimo estado, por lo que es difícil el paso del equipo de carga, las paredes y techos están enmohecidos por la falta de mantenimiento, la falta de vigilancia provoca la proliferación de vagabundos y personas con problemas de adicción, etc.
El vicepresidente zona Peninsular de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Connaca), Luis Moisés González Ojeda, demostró que hay denuncias y amparos en contra de funcionarios, por lo que solicitó la intervención del legislador federal, ya que se pretende acabar con la CAM, la cual cuenta con 100 bodegas, y en cada una de ellas labora 10 personas.
“Todos los días se trabaja, las frutas y verduras se distribuyen a los hoteles, restaurantes, fruterías y demás comercios establecidos en Mérida, como en el interior del Estado así como de Campeche y Quintana Roo”, agregó.
Ramírez Marín aseveró “es un lugar emblemático y neurálgico, con 42 años de existencia, el cual, en ningún momento vamos a permitir su desaparición, hay mil empleos directos, cientos de familias acuden a diario, y se brinda un servicio a toda la Península de Yucatán”.
Hasta hoy, le han quitado la mitad de su terreno, cerca de nueve hectáreas, por lo que ya no pueden extenderse, pero vamos a devolver lo que por Ley les corresponde, para satisfacer la demanda comercial, aseveró.
Reconoció que el negocio no es la educación, sino los terrenos, traspasaron la Escuela Normal de Educación Primaria de Yucatán (Enepy) “Rodolfo Menéndez de la Peña” al poniente de la ciudad debido a la gran plusvalía de las tierras del norte.
“Lo más grave de todo, al estilo del Viejo Oeste, un indigente quemó una bodega como estrategia para sacar a la gente”, acotó.
Ante las anomalías cometidas, Ramírez Marín les brindará todo el apoyo jurídico, para una pronta solución al problema.