El tráfico ilegal de animales silvestres en México es similar al de las drogas ilegales porque opera mediante redes nacionales e internacionales, señaló Gonzalo Rafael Coello García, subprocurador de Inspección Industrial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Entrevistado durante su participación en la primera Expo de Manejo Integral de Residuos Biológicos e Infecciosos que se realizó en un hotel de Prolongación Paseo de Montejo, Coello García reconoció que el tráfico de fauna exótica “es un tema relevante y lucrativo”.
Después del narcotráfico, es una actividad que deja muchos recursos y prevalece la impunidad, expuso.
“Son grandes redes las que existen, no solo me refiero al tráfico nacional, sino que hay una red de tráfico internacional”, manifestó.
“Así como la Profepa puede actuar aquí en este tráfico ilegal, también hay injerencia de otras autoridades federales. Si logramos conjuntar esfuerzos y determinar acciones, podríamos tener un mayor impacto en el combate de esta actividad ilícita”.
El funcionario explicó que las especies que más se trafican son las de mamíferos, principalmente felinos como el jaguar y el tigrillo. También hay tráfico de monos en sus distintas especies, precisó el funcionario.
Todo lo anterior está estrictamente prohibido porque no se pueden sacar y mover en el país sin los permisos de las autoridades correspondientes.
Sin embargo, el subsecretario de la Profepa reconoció que los traficantes tienen mucho ingenio para sacarlos del país.
Se debe denunciar tráfico de animales
“Desafortunadamente, en la frontera sur del país no hay una autoridad que pueda cubrir toda la extensión”, dijo. “La gente pasa los animales hasta caminando. Los llevan en una especie de bolsa, como si llevaran frutas o verduras para su casa, pero en realidad son animalitos y nadie lo ve”.
“Lo más importante para que la autoridad tenga una actuación contundente es que haya una denuncia certera de la ciudadanía que tenga conocimiento del tráfico de animales”, señaló el subprocurador de Inspección Industrial de la Profepa, Gonzalo Rafael Coello García.
¿Qué pasa en Yucatán?
Coello García desconoce la situación del tráfico de animales silvestres en Yucatán. Argumentó que no tenía el dato de cuántos han rescatado, pero cuando la Profepa recibe las denuncias actúa de inmediato, le da seguimiento al rescate de animales y cuando es posible de reinsertarlos a su hábitat, lo hace.
No obstante, está consciente de que hay especies que no se pueden devolver a su hábitat nuevamente, por lo que se busca un centro donde puedan darle atención y manutención hasta el final de sus días.
Cuando existen casos de que las crías de las especies son alejadas prematuramente de sus madres y es imposible su reinserción al hábitat natural, la autoridad condena al delincuente para que pague la manutención de los animales de por vida en los centros donde están confinados, expuso.
“Sabemos que hay tráfico de loros y de otras especies de animales por medio del aeropuerto de Mérida, tenemos gente destacada en este lugar y han realizado aseguramientos y procedimientos administrativos”, aseveró.
Incluso intervienen otras autoridades, como la Fiscalía General de la República. Pero cuando esta autoridad hace algún aseguramiento o detención, la Profepa tiene que coadyuvar con las fiscalías federales para acreditar los hechos delictivos como peritajes y evaluaciones de los ejemplares decomisados.— Joaquín Chan Caamal
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Fuente: Diario de Yucatán