Los ribereños asaltados no se atreven a comprar motores nuevos, pues no quieren que los delincuentes los vuelvan a asaltar, ya que se endeudarían.
En los últimos ocho años han asaltado en alta mar unas 40 embarcaciones ribereñas y han robado igual número de motores fuera de borda con valor de 100,000 a $250,000 pesos cada uno.
Los asaltos y robos fueron denunciados, pero los pescadores dicen que nunca avanzan y, porque son pobres, afirman, las autoridades se olvidan de los casos.
Los pescadores asaltados por encapuchados son de este puerto, con base en el muelle de La Caleta, Playón Poniente, Pluma y Lápiz, Chicxulub y Chuburná, comentaron los entrevistados en los muelles de La Caleta, de donde son las últimas cinco lanchas asaltadas.
Las pérdidas son millonarias; esos 40 motores fuera de borda cuestan entre cinco y ocho millones de pesos, lamentaron los pescadores Martín Ruiz, de 58 años de edad, y Miguel Manzano Martín, de 66 años, quienes fueron las dos últimas víctimas de los violentos asaltos que ocurrieron el jueves 13 pasado frente las costas de Chicxulub Puerto.
“Nada se resuelve, las denuncias nunca prosperan, no hay avances; los policías llegan, toman nota, preguntan que fue lo que pasó, se van y ya no regresan.
“Se olvidan de todo, como ya ocurrió con los asaltos de la semana pasada, en los que se llevaron tres motores fuera de borda y afectaron a seis pescadores que no tienen equipo marino para trabajar”, manifestó el ribereño José Euán Pastrana.
Sin motor tras asalto en Progreso
Debido a que no tiene motor fuera de borda porque los asaltantes se lo robaron el jueves 13 pasado, Martín Ortiz no sale a pescar sardina. El hombre de mar tiene lancha, pero no el equipo marino ni el dinero para comprar uno de “medio pelo” (medio uso) que le podría costar de entre $70,000 y $100,000.
Los ribereños asaltados no se atreven a comprar motores nuevos, pues no quieren que los delincuentes los vuelvan a asaltar, ya que se endeudarían.
En recuento de los asaltos en alta mar, en la playa y en los refugios pesqueros, los ribereños entrevistados señalan que, por lo menos en los últimos ocho o 10 años, ya ocurrieron unos 40 asaltos y 40 motores fuera de borda fueron hurtados, dejando en la ruina a los pescadores.
Martín Ortiz indicó que interpuso una denuncia en la Fiscalía estatal debido a la insistencia de los agentes que lo entrevistaron.
“Fui claro con ellos, de que no hacen nada, nunca se esclarecen los robos y asaltos, están coludidos con los asaltantes, pues cuando los detienen a la semana (siguiente) los dejan libres para que continúen asaltando.
“Es un cuento de nunca acabar, así que vamos a ver qué autoridad puede atender nuestras demandas y ayudarnos a adquirir motores para salir a pescar”, denunció.
Fuentes: Diario de Yucatán.