Sancionan a Pedro Castillo por publicar carta en Twitter
Pedro Castillo fue sancionado por autoridades de Perú tras publicar una carta en Twitter.
El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) de Perú impuso una sanción disciplinaria de limitación de las comunicaciones del expresidente Pedro Castillo con el exterior, después de que publicara en enero una carta en la red social Twitter en la que aseguraba ser «prisionero político» del Gobierno de Dina Boluarte.
El INPE ha señalado que el 26 de enero de 2023 inició un procedimiento administrativo disciplinario a Castillo «por la comisión de una presunta falta disciplinaria».
«Culminado el proceso administrativo disciplinario, el Consejo Técnico Penitenciario del establecimiento penitenciario de Barbadillo –donde se encuentra recluido– determinó se disponga la sanción disciplinaria de limitación de las comunicaciones con el exterior, por el periodo de 15 días», reza un comunicado.
El organismo especificó que esta medida implica la restricción de las visitas de familiares y amistades durante el periodo antes señalado, aunque «no impide el ingreso de sus abogados en ejercicio de su derecho a la defensa ni su participación en audiencias jurisdiccionales».
Además, el expresidente tiene otro proceso administrativo disciplinario en su contra, anunciado en febrero, después de que brindase desde prisión una entrevista a un medio español.
Castillo publicó una carta en la que se consideraba prisionero político de la actual mandataria, la que fuera su vicepresidenta durante su mandato, y la responsabilizó de las muertes de los manifestantes en las protestas antigubernamentales que se sucedieron durante semanas en el país, exigiendo la liberación del expresidente, elecciones adelantas y el cese de Boluarte.
Pedro Castillo se encuentra interno en la cárcel de Barbadillo, a las afueras de Lima, desde el pasado 17 de diciembre, después de que el Poder Judicial dictaminara prisión preventiva tras el anuncio realizado el 7 de diciembre de la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de excepción.
Fuente: Excélsior