El sistema de salud de Yucatán afronta grandes retos, entre los que destacan tres: la accesibilidad, la factibilidad y la calidad de los servicios.
Así lo afirma Oliver García Trujillo, director del Hospital Regional Mérida del Issste.
El profesional, maestro en Administración de Hospitales y Salud Pública, explica que esos factores deben estar conectados entre sí para mejorar la atención a la población.
Panorama de la atención a la salud
No basta con tener la disponibilidad de los servicios sino que se debe garantizar que éstos realmente estén al alcance de los pacientes y sus familias, explica el profesional de la salud.
Además es necesario que se resuelvan los problemas de salud con la mayor prontitud posible, con eficacia y con calidad.
A esa situación, explica, se agrega la necesidad de ofrecer servicios más “humanos”, con calidez para el paciente. En la actualidad esto se ve como un valor o un plus, pero debería ser una condición permanente.
En términos generales considera que el sistema de salud yucateco debe seguir en ruta a una integración sectorial, a un sistema único que elimine trabas burocráticas y propicie una mejor coordinación entre las instituciones, sean estatales o federales.
Un ejemplo de que esa coordinación sí es posible y arroja buenos resultados, apunta, se vivió durante la etapa de emergencia por la pandemia de Covid-19.
Los retos del sector salud en Yucatán
Durante una entrevista, el doctor García Trujillo explica los retos del sistema de salud de Yucatán en los siguientes términos:
Accesibilidad.— A pesar de las ventajas geográficas del Estado, que en teoría favorece distancias cortas, hay un sector de la población que no tiene las facilidades necesarias para acceder a los servicios de salud.
Si se revisan las encuestas de salud se halla que la mayoría de la gente dice que es bueno que haya hospitales, pero también se pregunta: ¿cómo llego a ellos?
Es decir, hay muchas personas que no tienen automóvil para una emergencia. En el mejor de los casos solo disponen de una bicicleta porque tampoco hay ambulancias a su alcance.
Esa gente se enfrenta también al problema del transporte público, que tiene horarios específicos y podría no estar disponible.
La accesibilidad es uno de los principales desafíos.
Factibilidad.— Es otro tema vinculado con el anterior. Puede ser que el paciente y su familia ya lograron llegar al hospital, pero luego se enfrentan a un trámite administrativo en el nosocomio.
Si no logran pasar algún contratiempo burocrático regresan a su comunidad sin haber obtenido el servicio médico.
Cuando ocurre esto significa que no estamos resolviendo las necesidades de esos pacientes.
Esto hace ver la necesidad de llevar la salud a las comunidades. Hay que hacer más territorio y menos escritorio.
Calidad.— Esto debe ser también un elemento continuo, permanente.
Es un factor muy relacionado con el trato humanizado, algo que hemos fomentado e impulsado en estos tres años en el Hospital Regional del Issste.
Si ofrecemos un trato humanizado dentro de nuestros servicios de salud vamos a empezar a hacer instituciones amigables, a hacer instituciones accesibles.
Por ejemplo, los niños que están en el área de Pediatría solo ven techos, ventanas y aparatos.
¿Cómo humanizó esa atención? Sencillo, pongo el ejemplo de aquí en el hospital por parte de las enfermeras, que tomaron la iniciativa y pintaron toda el área de jardines con aves, animales, etcétera. Y lo hicieron ellas.
“Ahora, cuando salen los niños ya no ven techos y ventanas sino pájaros, ven animales… Tenemos una ludoteca”.
“Héroes de la salud”
El principal valor de todo el sector salud es su gente.
“Aquí en Yucatán me he encontrado con la sorpresa de que el personal de salud es muy sensible a las necesidades del Estado. Lo que falta es estimularlo y esto significa un cambio cultural, ruptura de paradigmas, pasar del servicio burocrático al servicio humanizado”.
A una pregunta, el entrevistado admite que la infraestructura del sistema de salud parece rebasada por el número de derechohabientes, pero también es cierto que gran parte está subutilizada.
“¿De qué sirve tener más hospitales si no vamos a tener quien los opere, si no tengo una ‘tapa’ presupuestal? La clave es saber aprovechar mejor lo que tenemos en la actualidad”, dice.
“Yucatán es un estado privilegiado en ese aspecto. Tenemos el Hospital Regional de Alta Especialidad, tenemos el hospital de tercer nivel del IMSS y tenemos el Hospital Regional del Issste, también de tercer nivel.
Según indica, esto solo demuestra que Yucatán es un estado con grandes niveles de atención, algo que otros estados no tienen. Si acaso cuentan con primer y segundo niveles.
“¿Qué es lo que pasa? Allí vemos, desgraciadamente, una fragmentación en el sistema de salud. Y ya se están haciendo gestiones para unificarlo, para aprovecharlo mejor”, apunta.
Cita el caso del Hospital Regional del Issste como un ejemplo de ese aprovechamiento que se desea para todo el sistema de salud.
“Este hospital regional tiene el único centro de diagnóstico y detección de cáncer de mama en toda la Península”, abunda.
“Es uno de los tres más avanzados de todo el país y actualmente atendemos a pacientes derechohabientes y no derechohabientes”, indicó.
“Hasta el momento se han atendido 2,056 pacientes, de las cuales 837 son no derechohabientes, que representan el 40% de las atenciones otorgadas. Son personas provenientes de Progreso, Muna, Tekax y Ticul, entre otros municipios”.
“¿Qué les damos a estas pacientes? La oportunidad de que no tienen que esperar porque no requieren cita médica. Lo único que tienen que hacer es venir y pedir la cita con su credencial del INE. Insisto: no es necesario que sea derechohabiente. Se les da su cita de inmediato”.
Más adelante indica que el Hospital Regional Mérida del Issste pertenece a la región 8 de la institución y concentra a pacientes de los tres estados de la Península de Yucatán, a Tabasco y al sur de Chiapas.
Hay que romper paradigmas
Se refiere también al programa ECOS (Equipos Comunitarios de Salud) para el Bienestar como una acción que rompe el paradigma de salud tradicional que ha prevalecido en el país en los últimos 100 años.
Mediante ese programa, que se puso en marcha en 2022, se transita de un enfoque centrado en la enfermedad a otro centrado en factores sociales, dejando atrás un modelo reduccionista de salud.
“El modelo integrador de atención primaria se basa en la formación de equipos de trabajo multidisciplinario denominados Equipos Comunitarios de Salud (ECOS)”.
Estos “cuentan con equipos conformados por profesionales de la salud, voluntarios, líderes comunitarios, jubilados, artistas colectivos, etcétera, cuyo objetivo es contribuir a alcanzar el bienestar ‘biopsicosocial’ de los individuos”.
“Este programa inició sus actividades en 2022, bajo el liderazgo del doctor Ramiro López Elizalde (director médico del Issste), e impulsa un modelo de salud preventivo entre derechohabientes y no derechohabientes, llevando a diversas instituciones públicas a jornadas de salud enfocadas en medicina preventiva, vida saludable, programas sociales, culturales, deportivos y ambientales”.
Familias, no pacientes
El maestro en Administración de Hospitales añade que el lema del nosocomio a su cargo es: “En este hospital no atendemos pacientes, atendemos familias”. Con ese enfoque han logrado avances.
El director del Hospital Regional del Issste se declara un fiel creyente de las instituciones públicas y sabe que lo mejor del sistema de salud está en las instituciones públicas.
Los mismos médicos y enfermeras que trabajan en el sistema de seguridad pública trabajan en la medicina privada y no debería ocurrir que sean buenos en privado y no en el servicio público.
A otra pregunta, recalca que los problemas de salud se deben atacar desde sus causas, no tratando de solucionar los efectos.
Reconoce que en este aspecto desempeña un papel determinante la educación y por eso se ha pensado en las escuelas como auxiliares, además de que se busca vencer los desafíos de una población cada vez más sedentaria.— ÁNGEL NOH ESTRADA
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán
