sábado, noviembre 30

Sufrir una crisis de vértigo es igual de frecuente que tener tos, explican expertos

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El doctor Jesús Benitez, copresidente del 73 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, detalla que el vértigo es un síntoma, no una enfermedad

Unas dos mil 500 personas sufren un episodio de vértigo cada día en España, según el doctor Jesús Benitez, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y copresidente del 73 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), que se celebra en Las Palmas.

Tal y como indicó el doctor Benítez en declaraciones a Europa Press, el vértigo «es un síntoma, no una enfermedad». «Es lo mismo que la tos. Es extraordinariamente frecuente. Hoy, en la ciudad de Las Palmas probablemente entre 50 y 60 personas van a sufrir una crisis de vértigo, y en España unos 2 mil 500 ciudadanos», detalló.

El doctor Marcos Rossi, presidente de la Comisión de Otoneurología de la SEORL-CCC y jefe de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo, Marcos Rossi, añadió que este síntoma es «cada vez más frecuente porque tenemos una población más envejecida».

«Sabemos que en la franja de edad más avanzada es más frecuente esta patología», añadió.

El vértigo afecta por igual a hombres y mujeres. «Puede ocurrir a cualquier edad, aunque en personas mayores la incidencia aumenta de forma significativa. El paciente nota que el entorno gira a su alrededor. También puede apreciar que es él quien se mueve en relación al entorno», explicó el doctor.

El doctor Benítez precisó que «muchísimos» de estos episodios de vértigo son «espontáneos y resuelven en casa o en el médico de familia». De hecho, el vértigo es la tercera causa de consulta en Atención Primaria y en Otorrinolaringología, ya que el 80 por ciento de los españoles sufrió al menos un episodio una vez en su vida.

Un estudio publicado en la revista ‘Acta Otorrinolaringológica Española’, en el que participaron más de 7 mil 800 pacientes, cifra en un 2.2 por ciento las consultas anuales por alteraciones del equilibrio en Atención Primaria y más de la mitad de los pacientes son diagnosticados de algún tipo de vértigo posicional.

Otra investigación publicada en la revista científica ‘European archives of Oto-rhino-laryngology’ realizó un seguimiento de las consultas en Urgencias en un periodo de siete años (2011-2017) y cifra en un 14 por ciento las relacionadas con mareos o vértigos.

El vértigo más común es el posicional paroxístico benigno, que tiene unos segundos de duración y aparece con relación a los movimientos de la cabeza. Es un síntoma que puede obedecer a muchas enfermedades, por lo que el otoneurólogo (otorrinolaringólogo dedicado a la patología vestibular) es el profesional indicado para evaluar la historia clínica del paciente y dedicar el tiempo que precisan para un correcto diagnóstico.

«En la consulta somos capaces de identificar la enfermedad causante en la gran mayoría de los pacientes con la valoración adecuada. Los expertos somos capaces de encontrar en el 90 por ciento de los casos el nombre de la enfermedad detrás de estos vértigos. En estos casos somos capaces de ofrecer muy buenos tratamientos para intentar resolver estos problemas», aseguró Benítez, por cuya consulta han pasado más de 10.000 pacientes en los 20 años que lleva en funcionamiento.

Los vértigos de forma mayoritaria son benignos. Sin embargo, existen muchas enfermedades caracterizadas por la reiteración de los vértigos o con tendencia hacia la cronicidad de los síntomas, que generan una gran alteración de la calidad de vida de los pacientes.

«Estas enfermedades se tratan con fármacos, en pocas ocasiones con cirugía y en muchas ocasiones con rehabilitación vestibular. Son imprevisibles y pueden aparecer en cualquier momento, tanto de día como de noche, en reposo o realizando una actividad, y en la mayoría de las ocasiones sin ningún signo de aviso», indicó el doctor Rossi.

Los niños también pueden sufrir crisis de vértigo. Un estudio reciente publicado en la revista ‘Current Opinion in Otolaryngology & Head and Neck Surgery’ coincide en que la población pediátrica debe ser evaluada a través de una cuidadosa anamnesis y un examen físico junto con pruebas complementarias, tales como pruebas vestibulares y audiometría, cuando sea apropiado.

«En niños sí que hay en distintas franjas de edad, pero donde más observamos es en la edad avanzada. Las opciones para el tratamiento de los trastornos vestibulares en niños y adolescentes se han ampliado enormemente en los últimos años, lo que permite el manejo eficaz de casi todos los casos de vértigo pediátrico, aunque a menudo se necesita un enfoque multimodal y/o multidisciplinario», añadió Rossi.

El doctor ha insistido, no obstante, en la necesidad de centrar el foco en los mayores: «Estos trastornos del equilibrio a veces tienen un impacto muy importante ya no solo en la calidad de vida de los enfermos o en su actividad laboral, sino que a veces se llegan a caer, sobre todo cuando son de edad avanzada».

Así, advirtió sobre el «círculo vicioso» en el que pueden quedar atrapados estos pacientes: «Tienen miedo a volverse a caer y restrigen sus actividades, lo que les hace perder fuerza y flexibilidad, por lo que empeora el equilibrio. En esos casos se van a caer con más facilidad. Tenemos que actuar para romper ese círculo vicioso».

El Congreso de SEORL-CCC de este año es su primera cita presencial desde Santiago de Compostela 2019, antes de la pandemia de COVID-19. Más de mil 500 otorrinolaringólogos y cirujanos de cabeza y cuello se han reunido estos días en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas, con el objetivo de debatir sobre las últimas novedades en la especialidad y consensuar propuestas ante la aparición de nuevos factores de riesgo para su salud auditiva, como las consecuencias de la covid-19 persistente y el aumento de los niveles de ruido.

El doctor Benítez mostró su «enorme satisfacción» por «ver tantos abrazos, apretones de manos y conversaciones presenciales tras tres años sufriendo en primera línea la covid-19», ya que el virus entra por la nariz y la boca, su área de especialidad.

Fuente: Excélsior

 

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