domingo, noviembre 24

‘Superpeso’, más fuerte que nunca: ¿Qué es y por qué le ha ganado al dólar?

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El peso mexicano cerró este 11 de enero con un apreciación que lo dejó en las 18.94 unidades por dólar, uno de sus mejores niveles desde 2020.

El peso cerró este miércoles 11 de noviembre debajo de las 19 unidades por dólar y como la tercera moneda más apreciada frente a la divisa estadounidense.

Es la primera vez desde febrero de 2020 que esto pasa, y de acuerdo con el Banco de México (Banxico), la moneda cerró la jornada con 18.94 unidades por dólar.

La situación hace que a la moneda nacional se le llame ‘superpeso’, debido a su desempeño en los últimos meses, que vale para ser considerada una de las más atractivas para la inversión, de acuerdo con el analista independiente Carlos Hermosillo.

A diferencia de otras monedas, como el peso argentino, la divisa mexicana no sucumbió al impulso alcista del dólar, y los especialistas argumentan que se debe a la mezcla de factores, pero, ¿cuáles son?

Para entender el ‘superpeso’: ¿Por qué se mantiene tan fuerte frente al dólar?

Bloomberg enumeró las razones que mantienen al superpeso mexicano a la alza:

  • Una política fiscal estricta.
  • Aumentos en las tasas de interés que han impulsado el carry trade.
  • Las expectativas de un cambio radical en el comercio mundial en los próximos años que podría generar un aumento en la inversión extranjera directa.

México atrae fábricas de China a medida que los salarios más altos y un aumento en los costos de transporte socavan lo que habían sido sus ventajas competitivas. Una aversión inducida por COVID a las cadenas de suministro remotas también está empujando a las empresas a trasladar sus operaciones de Asia a más cerca de los Estados Unidos, el mercado más grande del mundo, un cambio conocido como “nearshoring”.

Las políticas Zero COVID en China aumentan la preocupación de inversionistas, quienes a finales de 2022 vieron el cierre durante semanas de sus fábricas, lo que derivó en afectaciones sobre las cadenas de suministro.

Competitividad es lo que mantiene al ‘superpeso’

El buen camino de la moneda mexicana se sostiene gracias a que México le está ‘bajando el mandado’ a China como principal exportador hacia Estados Unidos.

Este cambio en el paradigma ocurre a 20 años de que el país asiático entrara a la Organización Mundial del Comercio y sacara a México de la competencia. Ahora el mercado de divisas se está agitando, sorprendiendo a los inversionistas que a fines de 2021 pronosticaban que el peso sería uno de los mayores perdedores del mundo en 2022.

“México está comenzando a recuperar las ventajas competitivas que perdió hace décadas”, dijo Hari Hariharan, director ejecutivo del fondo de cobertura NWI Management, con sede en Nueva York. “Esta va a ser una década de ascenso de México a expensas de China”.

Las políticas internas por las que el ‘superpeso’ sigue fuerte

Enrique Quintana, director editorial de El Financiero, explicó en agosto que existen dos aspectos internos y uno externo que fortalecen al peso:

Aumento a las tasas de interés por Banxico: “La determinación del Banco Central de usar las tasas para tratar de contener la inflación ha conducido a que siga siendo rentable el tener activos financieros en nuestra moneda”, explicó Quintana.
Política Fiscal: El gobierno de Andrés Manuel López Obrador mantiene un percepción “cuidadosa” sobre las finanzas públicas como que el coeficiente de deuda sobre PIB se mantendrá en niveles razonables (alrededor de 50 por ciento) y en particular la política de gasto público se realizará con disciplina para evitar incurrir en déficits mayores.

Las desventajas del ‘superpeso’

Por que todo tiene su lado negativo, Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, señaló este miércoles dos desventajas por la apreciación del peso:

  • Desincentivo a exportaciones e inversión extranjera directa.
  • Menor cantidad de pesos por remesas recibidas, es decir, que el dinero que las personas que trabajan en Estados Unidos mandan a sus familiares vale menos.

Fuente: Bloomebrg y Enrique Quintana/El Financiero

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