Tache para México: ¿Por qué es riesgoso que Moody’s revise a la baja la perspectiva crediticia?
Con Moody’s, México se encuentra a dos escalones del grado especulativo o sin el grado de inversión.
Moody’s Ratings modificó la perspectiva de la nota crediticia de México. Pasó de “estable” a “negativa”, aunque se afirmó la calificación en “Baa2″. Este movimiento tiene implicaciones importantes para el país a futuro.
En primer lugar, la calificación crediticia establece la capacidad de una empresa o gobierno para cumplir con los pagos de deuda y el riesgo que implica para los inversionistas. Entre más alta sea la calificación es más seguro apostar por ese emisor, explicó Gabriela Siller, analista de Banco Base.
Con Moody’s, México se encuentra a dos escalones del grado especulativo o sin el grado de inversión, al igual que en S&P; mientras que el riesgo más latente está con Fitch Ratings que al tener la nota en “BBB-”, con perspectiva estable”, solo está a un escaño.
Las agencias calificadoras también asignan perspectivas a sus notas crediticias: estable, positiva, negativa y en revisión. Moody’s Ratings indicó que “es una opinión sobre la posible dirección de un emisor dentro de un horizonte de entre 12 a 24 meses”. Ocasionalmente tiene ajustes cuando se tiene información relevante sobre el emisor.
En el caso de México, la modificación que hizo Moody’s a “negativo” respondió a la percepción de debilidad en el marco institucional y de políticas públicas, lo que podría afectar el desarrollo fiscal y económico del país.
“Una perspectiva negativa implica que la calificación puede ser recortada, es decir, empeorar”, abundó la analista de Banco Base. Luis Gonzalí, vicepresidente y codirector de inversiones en Franklin Templeton México, añadió que, históricamente, 66 por ciento de las ocasiones en que se baja una perspectiva, se reduce la nota de entre 12 a 18 meses.
¿Qué pasaría si México pierde el grado de inversión?
México Evalúa anotó que uno de los principales indicadores que analizan los prestamistas e inversores es la nota crediticia que asignan las agencias calificadoras.
A mayor riesgo, más es el nivel de tasa de interés que se le exige a los solicitantes de préstamos. Cuando los gobiernos pierden la confianza del sector financiero, irremediablemente enfrentan mayores costos de financiamiento, lo que les resta recursos para invertir en otras áreas, indicó.
“En el caso de que México pierda el grado de inversión, su costo financiero anual podría aumentar entre 14 mil 023 millones de pesos hasta 73 mil 861 millones de pesos, dependiendo de cuántas agencias calificadoras recorten la nota crediticia”, alertó.
Por ello, México Evalúa sugirió que el nuevo gobierno debe enfocarse en mantener la estabilidad política e institucional, preservar un marco legal sólido y evitar reformas que puedan desestabilizar el equilibrio de poderes.
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Fuente: El Financiero