Terrenos baldíos en Mérida, un riesgo para la salud pública: Ayuntamiento
Cada año se reciben 2 mil quejas sobre terrenos baldíos en Mérida; los que al volverse basureros generan plagas y se vuelven un riesgo para salud, reveló el Ayuntamiento.
Anualmente, el Ayuntamiento de Mérida recibe al menos dos mil quejas derivadas de los terrenos baldíos en el municipio, ya que los vecinos denuncian que se han convertido en basureros clandestinos, nidos de alimañas y son utilizados para la ingesta de bebidas alcohólicas y drogas,
entre otras anomalías, reveló el director de Gobernación de la Comuna, Ignacio Gaspar Gutiérrez Solís.
Comentó que, del total de quejas interpuestas por “terrenos baldíos”, solo se resuelve entre el 80 y 85 por ciento; las que se quedan sin resolver se debe al fallecimiento del propietario, o porque cambió de lugar de residencia a otra ciudad o país. El mayor problema de terrenos baldíos está en Francisco de Montejo, Caucel y Juan Pablo II, así como en algunas áreas del Sur de la ciudad.
“Algunos terrenos no se han podido limpiar porque están en distintos procesos legales; dentro de ese porcentaje están las personas que ya no viven en el Estado, y tenemos que localizarlas. También hay otros que están en procesos jurídicos y algunos intestados; sus dueños fallecieron y no nombraron a herederos, y con eso es complicado darle la multa a alguien o sancionar a la persona si no hay quién”, acotó.
Reconoció que las propiedades abandonadas, ya sean casas o terrenos, además de ser un problema estético en la ciudad, son un tema de salud pública, por los focos de infección que generan,
“Desafortunadamente, muchas personas, al constatar la existencia de un terreno baldío o casa abandonada opta por arrojar todo tipo de basura, así como de animales muertos, lo que provoca que sea un foco de infección, además, de la fetidez que emana”.
También provocan la proliferación de roedores, moscas, mosquitos, serpientes, entre otras plagas. Desafortunadamente, las casas abandonadas en deterioro, al ser propiedad privada no puede ingresarse, ni puede limpiarse sin el consentimiento del dueño.
Remarcó que la limpieza de los terrenos corresponde a los propietarios, y cuando se detecta suciedad, se le da un plazo de 90 días para que lo trabaje. Cuando hay un desacato, se entrega una segunda notificación y aumenta el monto de la multa.
El monto que se imponen en las sanciones o multas va desde 20 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) por cada metro cuadrado de superficie, de acuerdo con el Artículo 37 del Reglamento para la Limpieza, Sanidad y Conservación de Bienes Inmuebles.
Cada UMA tiene un costo actual de 89.22 pesos, por lo que si el terreno mide cinco metros de ancho y diez de fondo, se pagaría alrededor de cuatro mil 461 pesos; la mayoría opta por realizar la limpieza.
Fuente: Por Esto/Didier Madera