En Yucatán hay una escena que es muy común ver en las calles y es que a eso de las cinco o seis de la tarde, una vez que ‘baje el sol’, las familias sacan sus sillas a la puerta y en una de las costumbres más arraigadas del estado: salen a ‘tomar el fresco’.
Esta tradición funciona como un espacio de convivencia entre los miembros de la familia, vecinos y demás gente que pase por la puerta de tu casa. Es común ver a los niños jugando a media calle, futbol, ‘busca busca’, caza venado u otros juegos típicos de Yucatán, mientras los adultos platican.
Muchos aprovechan para sacar la radio para escuchar música, noticias o la narración del beisbol y otros más modernos sacan sus televisiones para ver algún programa o su telenovela favorita.
También los parques y plazas principales son lugares idóneos para refrescarse por las tardes, como mucha gente que hace paradas en la Plaza Grande del Centro Histórico de Mérida, para darle de comer a las palomas, comer un helado o un agua fresca.
A diferencia de otras partes de México, la tranquilidad y la seguridad que todavía hay en muchas partes de Yucatán, permite que la gente se sienta en paz de estar en la calle, incluso hasta altas horas de la noche, si los mosquitos lo permiten.
Pese a que está costumbre muy representativa de los yucatecos, ya cada vez es menos frecuente ver la ciudad estas reuniones afuera de las casas, aunque en el interior del estado, esto prevalece.
Con las altas temperaturas que hay en Yucatán, ‘tomar el fresco’ es un alivio, pues ya en las tardes, baja el termómetro y después de darse un baño, salir a la calle sentir como corre el viento es una tregua que da el calor, sobre todo en los meses de mayo y junio.
Fuentes: Por Esto.