Toxoplasmosis, una enfermedad que se puede prevenir y no se da solo en gatos
En México, es el sur del país es en donde existe mayor prevalencia de toxoplasmosis y se le atribuye al clima húmedo.
La toxoplasmosis se puede desarrollar en seres humanos y animales como perros, cerdos, jabalíes, caballos, borregos, conejos, gallinas o gatos, aunque son estos últimos en los que predominan los mayores estigmas como los únicos portadores causantes de enfermedades en los humanos.
La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito llamado toxoplasma gondii y las fuentes de contaminación son varias, puede contraerse al comer carne contaminada o mal cocida, al ingerir agua contaminada o exponerse a heces de gato infectadas y en algunos casos las mujeres embarazadas pueden transmitirla a los bebés (toxoplasmosis congénita). Otras personas que pueden adquirir esta enfermedad son aquellas con un sistema inmunológico débil.
En México la prevalencia del parásito de la toxoplasmosis es de alrededor de 40%, con mayor frecuencia en las zonas costeras húmedas del Golfo de México y el Pacífico, como Veracruz, Tabasco, y Yucatán, 47 a 64%, mientras que en zona árida la prevalencia es más baja, del 13%.
Con respecto a otras partes del mundo, la prevalencia más alta se ha encontrado en Latinoamérica y en los países del África tropical, hecho que se relaciona con factores climáticos como la humedad y temperatura cálida, los cuales favorecen la supervivencia del parásito en el ambiente.
José Ramón Fermín, Médico Veterinario y Director Médico de PiSA Agropecuaria filial de PiSA Farmacéutica, explicó que para completar el ciclo y que este parásito pueda ser contaminante, requiere permanencia en el medio ambiente de 24 a 72 horas, “por lo que se recomienda que, si tienes gatos, sobre todo cachorros hagan limpieza todos los días y esto disminuirá el riesgo. En agua es uno de los lugares en donde puede permanecer más tiempo, hasta 4 años, en el suelo pueden ser hasta 180 días, y, por ejemplo, en carne en refrigeración hasta 1 mes. Además, en el caso de la cocción, a temperaturas de 80 grados se mueren los parásitos en 10 minutos y en 65 grados, en 15 minutos”.
Los síntomas de la toxoplasmosis son: dolor muscular, fiebre, ganglios inflamados, dolor de cabeza y estos se pueden prolongar durante semanas. Sobre la toxoplasmosis en mujeres embarazadas, la Doctora Cristina Luna, asesora médica de PiSA Farmacéutica especificó que los gatos sí pueden llegar a transmitir esta enfermedad, sin embargo, solo cuando son cachorros y no existen estudios científicos que demuestren que la convivencia entre gatos y mujeres cause infertilidad.
“No se ha demostrado que se asocie a infertilidad, sin embargo, sí hay riesgo de que una mujer embarazada desarrolle la enfermedad y la transmita al bebé. Es en los primeros meses del embarazo cuando hay más riesgo de contagio y gravedad. Si la enfermedad se adquiere en el último trimestre ya es menos riesgo e incluso los bebés pueden nacer asintomáticos”.
De acuerdo con un estudio en la Escuela de Medicina en la Universidad de Virginia, el porcentaje de fetos que sobreviven y nacen con toxoplasmosis depende del momento en que la madre contrajo la infección y corresponde: el 15% durante el primer trimestre, el 30% durante el segundo trimestre y un 60% durante el tercer trimestre. La enfermedad congénita es la más complicada porque las afecciones a nivel de crecimiento del feto ya no tienen un tratamiento o una cura.
“En México no hay datos recientes sobre Toxoplasmosis, lo cual puede estar relacionado a que no se diagnostica, por ser una enfermedad asintomática en su mayoría y gran parte de los casos reportados son pacientes que ya presentan una complicación de la enfermedad”, dijo la Doctora Cristina Luna.
Al respecto, el especialista de PiSA Agropecuaria, José Ramón Fermín, detalló que, “los gatos sí pueden llegar a transmitir esta enfermedad, pero solo pueden adquirir el parásito los cachorros menores de 6 meses, en este periodo de edad no se recomienda que el felino salga a la calle para reducir el riesgo de que cace un animal y es muy poco probable que un gato adulto transfiera la toxoplasmosis. El parásito del toxoplasma ingresa de forma oral al gato y después el humano lo puede adquirir al consumir carnes contaminadas o de contacto directo con un gato”.
Especificó que sí existe un tratamiento de cura para los gatos u otra especie animal, siempre y cuando se detecte a tiempo y compartió los cuatro estadíos de la enfermedad:
La enfermedad de pacientes asintomáticos que se conoce como toxoplasma en un sistema inmunológico competente. La persona no va a desarrollar la enfermedad.
La otra es una persona que no tiene su sistema inmunológico adecuado y ese sí va a desarrollar la enfermedad (puede presentar una enfermedad digestiva, respiratoria o a nivel del sistema nervioso central).
En adultos se puede presentar también la parte ocular. Las larvas pueden migrar directamente al ojo y pueden generar algunas afecciones a nivel de la retina.
La toxoplasmosis congénita que se transmite de una mujer que está en gestación hacia el feto (también puede ser entre felinos y perros).
Por último, la Doctora Cristina Luna, asesora médica de PiSA Farmacéutica realizó algunas recomendaciones de prevención, como:
- Cocer bien la carne y las verduras.
- Si se hacen trabajos de jardinería lavarse después bien las manos.
- En las mujeres embarazadas la adecuada higiene si manipularon el arenero del gato (solo en cachorros).
- En animales un esquema de desparasitación.
- En animales adultos no es necesario hacer nada porque ellos no desarrollan la enfermedad.
Fuente: El Heraldo de México