Tratarán la depresión con drogas psicodélicas

Australia es el primer país que autoriza su uso

Australia se convirtió ayer en el primer país en autorizar el uso de ciertas sustancias psicodélicas para personas con depresión o trastorno de estrés postraumático.

Desde este sábado, los médicos australianos pueden recetar dosis de MDMA, también conocida como éxtasis, para el trastorno de estrés postraumático. La psilocibina, el ingrediente psicoactivo de los hongos alucinógenos, se puede administrar a personas que tienen depresión difícil de atender.

El país colocó las dos sustancias en la lista de medicamentos aprobados por la Administración de Productos Terapéuticos.

Los científicos en Australia se sorprendieron con la medida, que se anunció en febrero pero no entró en vigor sino ayer. Uno de ellos dijo que ponía a Australia “a la vanguardia de la investigación en este campo”.

La creciente aceptación cultural de los alucinógenos ha dado pie a que otros lugares aprueben medidas para permitir su uso.

En Estados Unidos, Oregon fue el primer estado en legalizar el uso de psilocibina en adultos, y Colorado la despenalizó en 2022.

Hace unos días, el hermano menor del presidente estadounidense Joe Biden dijo en una entrevista que el mandatario ha sido “muy abierto de mente” en las conversaciones que ambos han tenido sobre los beneficios de los psicodélicos como forma de tratamiento médico.

La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) designó en 2018 a la psilocibina como una “terapia innovadora”, etiqueta diseñada para acelerar el desarrollo y la revisión de sustancias para tratar una afección grave.

El mes pasado, la FDA publicó una guía preliminar para el diseño de ensayos clínicos con drogas psicodélicas como tratamientos potenciales para afecciones médicas.

Aun así, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría no ha respaldado el uso de alucinógenos para tratamientoss y señaló que la FDA aún tiene que ofrecer una determinación final.

Médicos expertos en Estados Unidos y otros países, incluida Australia, advierten que se necesita más investigación sobre la eficacia de las drogas y el alcance de los riesgos de las sustancias alucinógenas.

“Existe preocupación de que las pruebas sigan siendo inadecuadas y de que el paso al servicio clínico sea prematuro; de que médicos incompetentes o mal equipados inunden la práctica; que el tratamiento sea inasequible para la mayoría; que la supervisión formal de la preparación, el tratamiento y los resultados de los pacientes sea mínima o esté mal informada”, alerta el doctor Paul Liknaitzky, director del Laboratorio Clínico de Psicodelia de la Universidad de Monash.

Los fármacos serán costosos en Australia: unos 10,000 dólares australianos (6,600 dólares estadounidenses) por persona para la atención.

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Fuente: Diario de Yucatán/AP