Trump no es inmune y puede ser juzgado por conspirar para anular elecciones en 2020
Un panel federal de elecciones determinó que el exmandatario no goza de inmunidad contra el proceso.
El expresidente Donald Trump puede ser sometido a juicio por cargos de conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2020, dictaminó este 6 de febrero un panel federal de apelaciones que rechazó las afirmaciones del republicano de que no podía ser procesado.
La decisión marca la segunda vez en otros tantos meses que los jueces han despreciado los argumentos de inmunidad de Trump y han sostenido que puede ser procesado por acciones realizadas mientras estaba en la Casa Blanca durante el Asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus partidarios ‘cercó’ a los congresistas que validaban la victoria de Joe Biden.
Sin embargo, la decisión también prepara un escenario en el que Trump lleve sus apelaciones incluso hasta la Corte Suprema de Estados Unidos.
¿Por qué Trump quería posponer el juicio sobre el Asalto al Capitolio?
El juicio estaba previsto originalmente para marzo, pero se pospuso la semana pasada y el juez no fijó de inmediato una nueva fecha. La fecha del proceso conlleva enormes ramificaciones políticas, y Trump, amplio favorito en las primarias republicanas, espera retrasarlo hasta después de las elecciones de noviembre.
Si Trump derrota al presidente Joe Biden, presumiblemente podría intentar utilizar su posición como jefe del poder ejecutivo para ordenar a un nuevo fiscal general que desestime los casos federales o podría buscar un perdón para sí mismo.
El panel de apelaciones se ‘puso en el centro’ de la disputa sobre la inmunidad de Trump después de que la Corte Suprema dijera el mes pasado que se mantendría al menos temporalmente al margen, rechazando una solicitud del fiscal especial Jack Smith de abordar el asunto rápidamente y emitir un fallo rápido.
¿Los expresidentes de EU gozan de ‘fuero’?
La cuestión legal que fue llevada ante los tribunales fue si los expresidentes pueden ser procesados después de dejar el cargo por acciones tomadas en la Casa Blanca relacionadas con sus deberes oficiales.
La Corte Suprema ha sostenido que los presidentes son inmunes a la responsabilidad civil por actos oficiales, y los abogados de Trump han argumentado durante meses que esa protección debería extenderse también al procesamiento penal.
La defensa del republicano argumenta que las acciones de las que se acusa a Trump en su intento fallido de aferrarse al poder (incluida la ‘orden’ a Mike Pence, su entonces vicepresidente, para que no certificara los resultados de las elecicones), caen dentro de los “perímetros” de los actos oficiales de un presidente de EU.
Pero el equipo de Smith ha dicho que no existe tal inmunidad en la Constitución de Estados Unidos ni en casos anteriores y que, en cualquier caso, las acciones de Trump no formaban parte de sus deberes oficiales.
La jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, quien preside el caso, rechazó los argumentos de Trump al remarcar que el cargo del presidente “no otorga un pase vitalicio para salir libre de la cárcel”.
Luego, los abogados de Trump apelaron ante el tribunal de apelaciones de D.C., pero Smith pidió a la Corte Suprema que interviniera primero, con la esperanza de asegurar un fallo rápido y definitivo y preservar la fecha del juicio del 4 de marzo. El tribunal superior rechazó la solicitud y dejó el asunto en manos del tribunal de apelaciones.
Nota original aquí
Fuente: El Financiero