Alrededor de 300 vehículos varados, decenas de familias sin poder cruzar a los puertos de la costa oriente, entre otras afectaciones a proveedores y a la empresa Industria Salinera ha provocado el bloqueo del crucero a Río Lagartos, por un conflicto que comenzó hace una semana contra con personal de la Capitanía de Puerto.
Fue alrededor de las 2 de la tarde que prestadores de servicios y pescadores cerraron el acceso que va a los puertos de Río Lagartos, San Felipe y Las Coloradas.
Bloqueo en el cruce a Río Lagartos
Las protestas iniciaron la semana pasada por las exigencias del capitán de Puerto, David Cupido, hasta que está tarde arreció porque personal de la Conanp, Profepa y Capitanía estuvo parando a guías de turistas que no contaban con la regularización de sus permisos.
Los inspectores permitían el acceso únicamente a quienes tuvieran sus permisos en regla y cobrando además el brazalete de la Conanp por cada tripulante a bordo.
Debido a que varios de los lancheros no contaban con sus permisos, eran obligados a volver al puerto. Por ello, prestadores de servicios se dijeron inconformes y convocaron a la gente de Río Lagartos y Las Coloradas para bloquear el cruce.
Alrededor de las 2 de la tarde y con troncos, ramas secas, piedras, motos y vehículos cerraron los accesos evitando la salida y la entrada de familias, proveedores y turistas.
Con el paso de las horas la espera enojaba más a los viajeros y a las mismas familias de los puertos.
Unos 300 vehículos se quedaron varados, entre camiones de carga de Industria Salinera, vagonetas de turismo, vehículos oficiales de la CFE y otros.
Menores deshidratados por el bloqueo
Algunas agencias de viajes le reclamaron a los inconformes porque los turistas requerían regresar con urgencia antes que salga el vuelo a su país se origen.
Aunque la Policía Estatal llegó para evitar enfrentamientos y cuidar el orden, tuvieron que intervenir porque entre los viajeros solicitaron el apoyo de 911, ya que dos menores de edad presentaron problemas de deshidratación.
Los manifestantes tuvieron que abrir los accesos por la emergencia, lo cual aprovechó uno que otro vehículo para atravesar.
Los inconformes exigían la presencia del personal de la Conanp o de la Capitanía de Puerto para llegar a un acuerdo, como una prórroga para el trámite de sus permisos.
Aunque por llamadas uno de los titulares de la zona oriente de la Conanp les pidió que abrieran el crucero y que mañana se convocaría a una reunión, la gente se opuso.
Conatos de pleito
En tres ocasiones los ánimos se caldearon, incluso en un descuido de los inconformes se abrió el acceso hacia San Felipe de manera momentánea, al grado que los vehículos que estaban varados en su camino al puerto de Río Lagartos comenzaron a pasar.
El último auto estaba por salir cuando los manifestantes se dieron cuenta e intentaron atravesarse, pero el conductor les “aventó” el vehícuo y aceleró, enojando a los inconformes que enseguida custodiaron las salidas.
Luego hubo otro enfrentamiento entre los lugareños que se acercaron con los guías turísticos a reclamar la afectación a los visitantes y la mala imagen que estaban dando a los puertos.
Incluso una mujer amenazó con tirar las motos y ramas, pero los manifestantes se lo impidieron.
Los turistas que llegaron decididos a cruzar a Río Lagartos bajaron desde el crucero con todo y sus maletas, caminaron por casi tres kilómetros hasta llegar a la comunidad.
Madres de familia enojadas pedían que pongan baños y regalen agua para la gente que ya llevaba más de dos horas esperando en sus vehículos.
Los inconformes inclusive se enfrentaron entre ellos y hubo divisiones, pues unos querían acceder a abrir el crucero para buscar diálogo al siguiente día.
Otros exigían que el representante de la Conanp diera la cara. También se quejaron que no sabían a dónde se iba el dinero que la Conanp estaba cobrando por los brazaletes.
Poco después de las 5 de la tarde finalizó la protesta.
Fuente: Diario de Yucatán/Wendy Ucán Chan