A menos de 15 días de concluida la temporada de captura de pulpo 2023, que no alcanzó su meta, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) advirtió que la crisis del sector es tan severa, que prácticamente le quedan solo siete años de vida si no se toman las medidas para evitar la sobreexplotación.
En caso de se cumpla la fatal predicción, el Estado perdería una industria que genera unos 2.1 mil millones de pesos (mdp) y de la que dependen unas 15 mil familias, principalmente de pescadores, según las cifras de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (Sepasy).
Las cifras no son nada halagüeñas: la extracción quedó por debajo de la meta establecida, pues se capturaron 19 mil 895 toneladas, siete por ciento menos de la proyección, que era de 21 mil 392”. Además, el Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2021, muestra que las pesquerías locales impusieron récord de 86 mil 519 toneladas en 2020, con valor de 3 mil 331 millones de pesos; el 28 por ciento (24 mil 527 ton) correspondieron al pulpo, y generaron 2 mil 100 mdp.
Para 2021, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) proyectó una producción de 88 mil 20 toneladas en Yucatán, de las cuales 25 mil 17 serían de pulpo (un incremento de 2 por ciento respecto a 2020). En valor, se esperaban 3 mil 399 millones, de los que 2 mil 145 millones provendrían del cefalópodo.
Las estimaciones se basaron en el comportamiento histórico de la actividad en el Estado, así como en factores climáticos, biológicos y socioeconómicos asociados, y en la tasa de crecimiento promedio anual de 1.9 por ciento para la pesca y 2 por ciento para la captura de pulpo que se registró entre 2015 y 2020, sin embargo, fallaron: ya en 2022, con 89 mil 926 toneladas (1.9 por ciento más que en 2021), 23 mil 518 fueron del octópodo. El valor total se calculó en 3 mil 470 mdp, 2 mil 192 mdp el molusco.
Para 2023, la meta era 91 mil 667 toneladas de producción pesquera y 26 mil 28 de pulpo. Esto daría un valor de 3 mil 543 millones, con una contribución de 2 mil 240 millones del molusco.
La temporada de pesca para esta especie en la Entidad va del 1 de agosto al 15 de diciembre todos los años. En ese lapso está permitido capturar las dos variedades de pulpo más comunes en la zona: el pulpo rojo (Octopus maya) y el pulpo patón o blanco (Octopus vulgaris).
Ambos moluscos son muy cotizados en los mercados nacional e internacional debido a su exquisito sabor, textura y valor nutricional. De hecho, Yucatán aporta cerca del 17 por ciento de la producción nacional de pulpo, según cifras de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
La extracción de este recurso representa una importante fuente de ingresos y una ancestral tradición para los habitantes de la Península; se calcula que en la Entidad hay registrados unos 2 mil 340 pescadores ribereños de pulpo, así como alrededor de 600 embarcaciones menores dedicadas únicamente a su captura.
A pesar de los buenos resultados de este año, las autoridades recalcaron que es necesario redoblar esfuerzos en materia de inspección y vigilancia para combatir la pesca furtiva, sobre todo durante las vedas.
Asimismo, resulta primordial concientizar a los pescadores sobre el respeto a tallas mínimas de captura, artes y aparejos permitidos para no poner en riesgo la sustentabilidad de los stocks de pulpo.
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Fuente: PorEsto!/Rubén Darío Hau