
“Un engaño más” del Sistema Anticorrupción de Yucatán
Con la presentación del Programa de Implementación de la Política Estatal Anticorrupción (PEAY), el Sistema Estatal Anticorrupción de Yucatán (SEAY) nos receta un engaño más, afirma Blanca Estrada Mora, integrante del colectivo ¡Ya Basta!
Con ejemplares de la PEAY aprobada en 2021 y la actualizada recientemente con los añadidos del Programa de Implementación, la dirigente deplora que en cuatro años nada se haya hecho para un efectivo combate a la corrupción y que tampoco se hayan hecho cambios a la política de 2021, como si el flagelo se hubiera detenido en todo ese tiempo.
La maestra Estrada Mora recuerda que hace unos días se publicaron declaraciones de Ivana Ongay Xacur, presidenta del SEAY, quien dio a conocer el Programa de Implementación de la Política Estatal Anticorrupción de Yucatán.
La funcionaria manifestó que el programa “es una iniciativa ambiciosa que busca combatir la corrupción, el abuso de poder y promover la mejora en la gestión pública a través de 79 estrategias y 157 líneas de acción”.
Solo un aspecto nuevo
Después de leer la entrevista, la maestra Estrada consultó su archivo personal y halló que la PEAY presentada en 2021 y publicada en el Diario Oficial del Estado es la misma que aparece en la página de internet del SEAY.
Verificó que el Sistema nunca dice que se trata de una política nueva, aunque sí deja entrever estrategias diferentes cuando lo único distinto es el llamado Programa de Implementación, que llega años después de la publicación oficial del PEAY.
“Ojalá que con ese programa de verdad haya un combate a la corrupción y no pase lo mismo de estos últimos años, o sea, nada”, apunta la entrevistada.
Así como está el documento, afirma que no puede ser optimista porque solo ve “un engaño más, un rollo más presentado con absoluto cinismo pretendiendo hacernos creer que se está luchando contra la corrupción”.
Dos leyes, misma fecha
La presidenta de la Federación Estatal de Colonos Urbanos de Yucatán (Fecuy) añade lo siguiente:
—La Ley del Sistema Estatal Anticorrupción de Yucatán se publicó en el Diario Oficial del Estado el 18 de julio de 2017. En la misma fecha se publicó la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado, que, entre otras cosas, define los actos de corrupción en que pueden incurrir servidores públicos y particulares.
—El Sistema tiene un comité coordinador, que es su máximo órgano de dirección. Lo integran el presidente del Comité de Participación Ciudadana, quien lo preside; el secretario de la Contraloría General, el auditor superior del Estado, el fiscal anticorrupción, el presidente del Inaip, el presidente del Tribunal de Justicia Administrativa y un integrante del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado.
¿Qué se ha hecho?
—Ocho años después de su promulgación, ambas leyes no han servido para nada.
—Tenemos una Ley de Responsabilidades Administrativas que no es conocida, porque no se ha querido publicitarla. Esto último ha sido, como petición, uno de los principales puntos de la agenda ciudadana de ¡Ya Basta! y los ejercicios de seguimiento del colectivo. Y sigue sin publicitarse.
—En el caso del SEAY, uno de los puntos de su ley es establecer la Política Estatal Anticorrupción.
Texto “muy rollero”
—Hace unos días nos encontramos con una entrevista a la presidenta del comité de participación ciudadana, en la que presume que hay una política anticorrupción con seis ejes.
—En el sitio digital del SEAY encontramos el mismo texto de la política aprobada en 2021. Es un texto muy largo y, desde nuestro punto de vista, muy “rollero”.
—En mi archivo personal constaté que es la misma política aprobada en 2021, con los mismos ejes. Lo que se presume como nuevo es el “Programa de Implementación”, tal como cita Ivana Ongay en la entrevista.
—No deja de ser un engaño más, un rollo más presentado con altísimo grado de cinismo pretendiendo hacer creer que se está luchando contra la corrupción. Basta ver el contexto en que vivimos para darnos cuenta de que no hay lucha contra la corrupción.
Cada vez más burda
—Hay, eso sí, una sumisión a los actos de corrupción, una práctica que está muy bien protegida por el manto de la impunidad. Mientras no haya un castigo a estos actos, que están bien definidos en la ley, la corrupción seguirá creciendo y será cada vez más burda.
—Los que cometen corrupción hasta nos la presumen: si lo hago, dicen, es porque puedo.
—Mientras los ciudadanos sigamos siendo simples espectadores, sin hacer nada, esta situación no solo se mantendrá sino que, algo peor, puede crecer de una manera exponencial.
—Ya luego habrá quejas en reuniones de café y en tertulias familiares, habrá tremendos comentarios en las redes digitales sin acciones concretas.
—¿Sabemos qué hace el fiscal anticorrupción? No sabemos nada. Y en general no sabemos qué hace el Sistema Estatal Anticorrupción, que cuenta con amplio presupuesto y con facultades que le otorga la ley, pero al parecer con lo que no cuenta es voluntad.
—Tenemos que hacer valer la ley, que por ningún motivo debe estar al servicio de intereses públicos y privados que son los que mantienen vivo, muy vivo, el fuego de la impunidad.— ÁNGEL NOH ESTRADA
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán