México está frente a una oportunidad histórica para convertirse en un líder global en inteligencia artificial, digitalización y relocalización de inversiones, de acuerdo con Robert F. Smith, fundador de Vista Equity Partners, Blanca Treviño, presidenta de Softtek, y Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización, durante el North Capital Forum 2025.
“México tiene uno de los mejores ecosistemas de talento e ingeniería del mundo”, indicó Smith, quien señaló que su firma, con más de 100 mil millones de dólares bajo gestión, ha trasladado hasta 80 por ciento de los empleados de algunas de sus compañías al país, atraída por la productividad y la calidad del talento mexicano.
Para el inversionista estadounidense, el Plan México, impulsado por el gobierno y el sector privado, “es ambicioso pero alcanzable”.
Smith destacó que la verdadera riqueza del país será su capital intelectual, ya que “la propiedad intelectual será el activo más poderoso del futuro, y México tiene todo para desarrollarla”.
El empresario destacó que México cuenta con los “ingredientes perfectos” para convertirse en líder en inteligencia artificial aplicada a la empresa: una red universitaria sólida, un entorno de infraestructura digital en expansión y un mercado laboral joven y altamente capacitado.
Por su parte, Blanca Treviño, pionera del concepto Nearshore, sostuvo que la ventaja de México no está solo en su cercanía con Estados Unidos, sino en su cultura laboral, su capacidad tecnológica y su red universitaria. “México debe aspirar a ser el socio más confiable en inteligencia artificial. Tenemos el talento, la cultura y la confianza que el mundo necesita”, afirmó.
Treviño indicó que la academia, las empresas y el gobierno deben alinearse para capacitar ingenieros y profesionales en IA, pues el país genera más de 150 mil egresados en ingeniería cada año. “Si no actuamos hoy, perderemos la oportunidad”, advirtió.
Tanto Smith como Treviño coincidieron en que la IA transformará todas las industrias —desde la manufactura hasta los servicios financieros— y que México puede ser el centro regional de soluciones digitales y de software.
Por su parte, Altagracia Gómez, afirmó que el objetivo es convertir a México en un país de mayor valor económico, pero también de mayores valores.
“No queremos un plan de gobierno, sino una visión de país”, enfatizó Gómez. “El Plan México busca reimaginar la manera en que el Estado, la academia y el sector privado trabajan juntos, con una visión de largo plazo que garantice prosperidad compartida y desarrollo regional equilibrado”.
La estrategia, explicó, se estructura sobre tres ejes: la inclusión, la sostenibilidad y la digitalización. Incluye la creación de una Agencia de Transformación Digital y una Secretaría de Ciencia e Innovación, pilares institucionales que reflejan la apuesta por un nuevo modelo económico basado en el conocimiento y la tecnología.
Gómez recordó que el Plan México nació de una colaboración inédita entre empresarios, científicos y el gobierno, encabezado por una presidenta con formación científica.
El objetivo, dijo, es “pasar de ser un país ensamblador a ser un país creador de propiedad intelectual”.
“La economía tiene que ser no solo justa, sino también conveniente para las mujeres, los jóvenes, las pymes y las regiones históricamente rezagadas. Queremos que la tecnología y la innovación sean palancas de inclusión, no de exclusión”, dijo.
Amenaza proteccionismo
Durante el evento, expertos del sector agro afirmaron que las políticas proteccionistas y el retroceso en la cooperación trilateral ponen en riesgo la región más segura en materia alimentaria: América del Norte.
“Tenemos la obligación de mantener un frente unido. Fragmentar el bloque sería un error histórico. Si Estados Unidos impone medidas proteccionistas, estará debilitando la región más segura en materia de alimentos del mundo”, advirtió Jorge Esteve, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Desde EU, John Bode, presidente y CEO de la Corn Refiners Association, subrayó que los tratados comerciales han sido la base de la seguridad alimentaria regional. “El T-MEC proporcionó un marco extraordinario.
Gracias a él, América del Norte se convirtió en la regiónmás segura en materia de alimentos del mundo. Debemos redoblar esos esfuerzos”, afirmó.
Fuentes: El Financiero.
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