La engañosa publicidad de la inmobiliaria Arkasas, que promocionaba para venta un terreno con vestigios, ya dejó de circular en redes sociales, e incluso, la propiedad dejó de estar en venta, como medida de protección de la zona arqueológica de Xkipché, aseguró el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)–Yucatán, Arturo José Chab Cárdenas.
Ahora, continúan con la elaboración del expediente en contra de la inmobiliaria, con la posibilidad de aplicar una sanción en contra de esta empresa, que sería un apercibimiento por escrito o multa.
“Afortunadamente, no se logró la comercialización, ya que, de concluir con la operación de compraventa, el delito sería mayor porque dicha iniciativa privada habría incurrido en la comercialización y tráfico de monumentos arqueológicos”, acotó.
Reprobó que dicha inmobiliaria ofreciera ruinas en actos de comercio de terrenos, a sabiendas de que “el patrimonio nacional no está a la venta”.
“El realizar publicidad engañosa en la que se ofrezcan monumentos arqueológicos dentro del acto de comercio es ilegal; la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos prohíbe la actividad, ya que el patrimonio es inalienable y no puede ser sujeto a actos comerciales”, subrayó.
Tras detectar la irregularidad, especialistas del INAH realizaron la inspección correspondiente a
, garantizó la salvaguarda del sitio, perteneciente a Santa Elena. La Guardia Nacional fue notificada, cuyos elementos realizaron inspecciones en el lugar, en coordinación con los especialistas del Centro INAH-Yucatán.
Chab Cárdenas anunció que la próxima semana, especialistas de la dependencia federal acudirán al sitio, para realizar un vuelo lidar en el área, para verificar que no se haya movido algún elemento arqueológico.
Indicó que a pesar de que tiene características de suma importancia, el INAH no tiene previsto su aprovechamiento turístico, y “mientras no se altere o modifique el sitio, permanecerá cerrado al público”.
Tampoco se prevé la expropiación del área, ubicada en la antigua vía de Muna a Santa Elena, la cual tiene un área de amortiguamiento central de cuatro hectáreas, pero la superficie de influencia es de 19 hectáreas, que es parte del asentamiento prehispánico.
El funcionario federal expresó que en la traslación de dominio o compraventa se puede vender la propiedad, pero no los monumentos arqueológicos, ya que son patrimonio de la nación.
Al igual que los monumentos históricos, los cenotes tampoco puede ser susceptibles a actos de comercio, e incluso, están bajo el amparo del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. “Similar a la venta de un terreno con un cenote, se puede vender la tierra, pero no un cenote, ya que es propiedad de la nación, es inalienable”, reiteró.
Fuentes: Por Esto/Didier Madera.