Vida y Esperanza: la comunidad que desaparecerá por el Tren Maya
El tren pasará entre la comunidad Vida y Esperanza, pero no ha dado detalles a los habitantes del lugar.
Habitantes de la comunidad de Vida y Esperanza, a 16 kilómetros al norte de Playa del Carmen, se encuentran en incertidumbre por falta de información, luego de que la localidad fuera mencionada en el proyecto del Tren Maya para una demolición.
Mientras, el gobierno federal da celeridad al proyecto pese a que hay una suspensión definitiva que lo obliga a suspender las obras; olvidándose de aclarar a los habitantes de dicha comunidad cuál será su destino, pues dentro del proyecto, la vía del ferrocarril los fragmentará, según testimonios recabados en el lugar.
Vida y Esperanza se encuentra dentro de la zona de producción denominada Selva Maroma, demarcación conformada por diversos ranchos ubicados a la altura de Punta Maroma. Con la emisión de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el Tramo 5 norte del Tren Maya, el lugar salió por primera vez a relucir porque el documento técnico informó sobre el desmantelamiento y demolición de inmuebles de dicha comunidad.
Para doña Antonia Rodríguez Castro, fundadora de Vida y Esperanza, la situación les tomó por sorpresa, sobre todo porque hace dos semanas se enteraron que el ferrocarril va a pasar entre la comunidad.
Fueron elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) que llegaron al poblado para iniciar los preparativos de la obra, quienes les dieron a conocer las intenciones del gobierno federal, relató.
“No sabemos qué es lo que van a hacer en realidad (…) no tenemos información clara, sólo sabemos que va a pasar el Tren Maya (…) la Marina llegó, pero no ha dado más información, estamos esperando qué es lo que va a pasar. Hay algunos a quienes les afecta directamente, pero a otros no tanto, en realidad nunca habíamos vivido una situación como ésta”, explicó doña Antonia Rodríguez.
Vida y Esperanza cuenta con alrededor de 100 habitantes, quienes se emplean principalmente en labores agrícolas, como la siembra de cítricos; además, otros son jornaleros de los ranchos ubicados en los alrededores.
Una de las mayores preocupaciones de la comunidad es en qué situación quedará una escuela del tipo unitaria que es atendida por jóvenes becarios del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).
El plantel se encuentra justo a un lado del punto donde iniciará el desmonte para el paso del ferrocarril.
La MIA del Tren Maya Tramo 5 norte sólo contempla un paso peatonal, pero la mayoría de la población ignora de qué manera será construido sin afectar el único acceso que les conecta con la carretera federal 307 y, a su vez, con la ciudad de Playa del Carmen.
“Yo lo que quiero saber es qué es lo que va a pasar con el lugar, con los terrenos de atrás, con el acceso, no sabemos cómo quedarán los terrenos (…) quizá nos acostumbremos al sonido del tren”,
dijo don Santiago Martínez, habitante de esta localidad.
Vida y Esperanza, rodeada de una extensa selva, fue fundada hace 30 años con el objetivo de habitarla como un sitio de retiro, alejado del bullicio de la ciudad.
Con la llegada del Tren Maya, que sólo pasará por el lugar, pareciera que los días de tranquilidad, de acuerdo con los mismos habitantes, están a punto de terminar.
Fuente: Novedades Quintana Roo