Magistradas de la Suprema Corte inauguran Congreso que busca reconocer la importancia y el valor de estas tareas que generan una doble jornada.
La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),Ana Margarita Ríos Farjat, recordó a trabajadoras domésticas y a quienes realizan labores de cuidado en el hogar, que no deben permitir ningún tipo de abuso, pues las instancias judiciales velan por su seguridad.
Ríos Farjat inauguró ayer en Mérida el Congreso “Doble jornada laboral de las mujeres. Retos para visibilizar el trabajo de cuidados”, organizado por la Asociación Mexicana de Juzgadoras, que se realiza en la Casa de la Cultura Jurídica, que concluye hoy.
La juzgadora impartió la conferencia magistral “Análisis de sentencias de la Primera Sala en materia de doble jornada laboral, ciudadanos y mecanismos de compensación en el ámbito familiar”.
En su ponencia hizo referencia a los trabajos de cuidados, es decir, quienes proporcionan servicios que ayudan a otras personas a desarrollar sus capacidades, o a perseguir aspectos de sus vidas que valoran.
Entre estas ocupaciones se incluyen el cuidado infantil, la enseñanza, la asistencia sanitaria o el cuidado de ancianos. También, trabajos domésticos no remunerados que son mayoritariamente realizados por mujeres.
“Estamos analizando las sentencias de la Suprema Corte relacionadas con remediación de situaciones a nivel compensatorio por el trabajo que a veces es invisible, principalmente el de las mujeres en casa”, señaló.
La magistrada agregó que “históricamente ha sido invisible, pero tiene un valor económico para la sociedad, y a partir de esa perspectiva se logra esa visibilización de las mujeres y también beneficia a todo tipo de cuidadores: de personas enfermas, adultos mayores, niños, entre otros; se trata de ser una sociedad más responsable, solidaria y empática”.
En la inauguración del encuentro le acompañaron la magistrada Hortencia María Emilia Molina de la Puente, y la , y la directora de la Casa de la Cultura jurídica, Reina Mirza Ceballos Zapata”.
“A qué nivel de sociedad hemos llegado en donde ese trabajo queda como invisible, cuando es un ejemplo, una inspiración, ver el amor cómo se da, y darnos a los demás, hay amor al semejante, a la humanidad, y nos permite dar lo mejor; entonces, por qué el egoísmo al pensar que no tiene un valor”, cuestionó la ministra.
“A las mujeres yucatecas les diría, primero que no pierdan su buen carácter, que no dejen que nada las haga sentir mal, que nada las entristezca y que no dejen de lo mejor por el solo hecho de querer darse bien a los demás, que mantengan un ánimo alto y que busquen situaciones de justicia, que también sepan que su trabajo tiene un valor para la sociedad, que no se dejen sentir menos, es importante, y tiene un valor que puede ser monetizado, un valor económico el de su quehacer”, declaró la ministra.
Fuentes: Novedades Yucatán.