En redes sociales un visitante subió un video en donde explica que nunca contrató el servicio de guía, pero que con solo ser acompañado unos 100 metros tuvo que pagar $200
Los presuntos abusos que se cometen en el parador turístico de Dzitnup, es un tema de hace mucho tiempo sin resolver, donde vecinos de esa comunidad han visto un nicho para obtener recursos, lo cual fue puesto en evidencia en redes sociales por un visitante que denunció que lo obligaron a pagar por un supuesto servicio de guía que no solicitó, pero que a la fuerza le hicieron pagar.
En los paradores de los cenotes Xkekén y Samulhá operan dos grupos de artesanos que mantienen diferencias por el control de las ventas de sus productos, lo cual derivó hace dos años en el cierre del lugar, debido a que no se pusieron de acuerdo en la renta de los chalecos salvavidas.
Del mismo modo, vecinos de la comunidad se organizaron de tal modo que en cuanto el turista compra su boleto para entrar a cualquiera de los dos cenotes, de inmediato son abordados por los jóvenes que ofrecen servicios en cuatrimotos, bicicletas, incluso un servicio de alimentos.
Además los van pasando a un área a la fuerza para que les tomen un collage de fotografías, incluso les ponen la mano, en el hombro o en la cabeza una guacamaya de gran tamaño, de tal modo que al salir de las oquedades les vendan las imágenes a la fuerza en $200.
Otros jóvenes del mismo grupo, se encarga de ofrecer el servicio de guías de turistas, sin que tengan autorización federal o estatal, simplemente porque ellos son nativos de la comunidad y cuentan la manera de cómo fueron descubiertos los cenotes y parte de su historia.
Cobran 400 pesos por «hablar» de dos cenotes
Sin embargo muchos de los visitantes evitan contratar esos servicios, pero los jóvenes acosan a los visitantes y comienzan hablar, al mismo tiempo que van caminando hacia las entradas de los cenotes y solo con eso ya piden $200, pero si les hablan de los dos cenotes el precio es de $400.
En redes sociales un visitante subió un video en donde explica que nunca contrató el servicio de guía, pero que con solo ser acompañado unos 100 metros hasta la entrada de uno de los cenotes le pidieron $200 a pesar que en todo momento les dijo que no quería el servicio, pero a la fuerza lo hicieron pagar.
El cibernauta advierte del acoso que se sufre en el lugar y que está poniendo en riesgo el parador, exhorta a los visitantes para que estén pendientes y no se dejen engañar, al mismo tiempo que pide la intervención del gobierno del Estado para que evitar ese tipo de situaciones.
A manera de ejemplo se dijo que el visitante paga casi $200 por el boleto de entrada, además de otra cantidad igual por el supuesto servicio ya estaría pagando $400, lo cual es un abuso, además que la mayoría de los visitantes solo quieren entrar a conocer la oquedad y quizá refrescarse en las aguas del lugar.
Fuentes: Diario de Yucatán/Juan Osorio.