Inicio TitularesYucatán enfrenta baja afluencia turística: ocupación hotelera no supera el 40% en plena temporada alta

Yucatán enfrenta baja afluencia turística: ocupación hotelera no supera el 40% en plena temporada alta

A pesar de estar en pleno verano, una de las épocas más esperadas para el turismo en Yucatán, la ocupación hotelera apenas roza el 40%, una cifra que evidencia un problema más profundo que va más allá de la temporada.

por Luis Carmona
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Lejos de la recuperación proyectada tras la pandemia, el sector hotelero local ahora lidia con nuevos retos, entre ellos la expansión sin control de servicios de hospedaje como Airbnb.

Según cifras del Observatorio Turístico de Yucatán, entre enero y mayo de 2025 la ocupación hotelera en Mérida promedió 57.3%, lo que representa una baja de 1.2 puntos respecto al mismo periodo del año anterior. En los hoteles de mayor categoría —de tres a cinco estrellas— la disminución fue aún más notoria, alcanzando 1.7 puntos porcentuales.

Jorge Carrillo Sáenz, presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán, advirtió que estas cifras deberían encender alertas. No solo reflejan una reducción en la llegada de visitantes, sino que además ponen en jaque la viabilidad financiera de muchos hoteles que, mes con mes, enfrentan dificultades para mantenerse operativos.

El perfil del visitante en esta temporada suele ser nacional y se desplaza principalmente por carretera, comentó Carrillo. Muchos llegan desde la capital del país o estados cercanos como Campeche y Tabasco. Sin embargo, el aumento en los costos de vida ha reducido la capacidad de gasto, incluso para quienes viajan en auto.

Un viaje redondo en avión desde Ciudad de México para una familia puede superar los 40 mil pesos, una cifra que se ha vuelto inaccesible para muchos. Incluso los traslados terrestres han dejado de ser opción para una parte importante del turismo nacional, explicó.

Competencia desigual y falta de regulación

Una de las principales preocupaciones del sector hotelero es el auge de plataformas digitales de hospedaje, particularmente en Mérida, donde se estima que operan más de 3 mil unidades en renta vacacional solo en el Centro Histórico. Estos espacios, al no estar sujetos a las mismas normativas fiscales y laborales que los hoteles, representan una competencia desigual.

Los hoteles formales cumplen con una serie de obligaciones: impuestos, cuotas de seguridad social, tarifas comerciales de servicios públicos, y normativas de protección civil. En cambio, las rentas vacacionales operan con tarifas residenciales y sin regulaciones claras, denunció Carrillo.

“La hotelería genera empleo formal en múltiples áreas. Pero mantener esas estructuras tiene un costo elevado. La competencia desregulada está debilitando al sector desde adentro”, afirmó.

El dirigente también subrayó que, a pesar de que los costos operativos se han disparado —con aumentos salariales superiores al 100% en cinco años—, las tarifas de hospedaje se mantienen prácticamente iguales desde 2019. Esto ha derivado en una guerra de precios entre hoteles que ha mermado la rentabilidad del negocio.

Impacto en todo el estado

La problemática no se limita a la capital. Datos oficiales de mayo de 2025 indican que la ocupación promedio en el estado fue de 48.4%, con cifras especialmente bajas en destinos como Uxmal, donde apenas se alcanzó el 14.3%.

En otras zonas turísticas como Valladolid, Izamal y Chichén Itzá, los niveles de ocupación tampoco cumplen con las expectativas, ubicándose por debajo del 38%. Los hoteles más modestos, de una estrella, han sido los más afectados, con una caída anual de casi 7%.

Ante este panorama, el sector empresarial turístico ha intensificado su colaboración con autoridades como la Secretaría de Fomento Turístico del Estado y el Ayuntamiento de Mérida, en busca de estrategias que promuevan el turismo interno.

“Queremos atraer a los viajeros que ya están en el sureste mexicano y animarlos a visitar Yucatán. Pero para lograrlo también necesitamos condiciones más justas. La informalidad no puede seguir siendo ignorada”, insistió Carrillo.

Urge una nueva forma de medir y actuar

El presidente de Cetur también propuso replantear los métodos de evaluación del turismo local. A su juicio, el porcentaje de ocupación no es el mejor indicador. “La tarifa promedio es lo que realmente refleja la salud del sector. Si no sube, no hay rentabilidad y, por ende, no hay futuro”, concluyó.

Finalmente, hizo un llamado a las autoridades para regular de manera más efectiva a las plataformas digitales de alojamiento. “La transición hacia modelos informales ya está ocurriendo, y con ella, la pérdida de empleos en hoteles formales. Si no se toman decisiones ahora, la hotelería tradicional podría estar en riesgo de desaparecer”.

Redacción: Yucatánalamano.

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