El estado mostró también un incremento de 0.6% respecto al trimestre anterior, sostenido principalmente por el buen desempeño de las actividades primarias, como la agricultura y ganadería, que crecieron un 7.2% anual. Las actividades terciarias, que abarcan el comercio y los servicios, aumentaron un 2.7%. Estos avances lograron compensar la caída del -1.4% en el sector secundario, que incluye la industria y la construcción.
En contraste, los otros dos estados de la región peninsular enfrentaron retrocesos significativos. Campeche tuvo la mayor caída anual del país con una contracción de -16.8% y una baja trimestral de -6.4%, afectada principalmente por la disminución de la actividad petrolera en su sector industrial. Quintana Roo, con una economía basada en el turismo, reportó un descenso anual de -9.2% y trimestral de -4.2%. Su sector secundario fue el más afectado, con una reducción del -51.4% anual, reflejando una crisis en la construcción y la industria manufacturera.
El informe del Inegi señala una marcada divergencia económica dentro de la región peninsular. Mientras Yucatán mantiene una tendencia de crecimiento moderado pese a la incertidumbre económica nacional, Campeche y Quintana Roo enfrentan desafíos estructurales que han frenado su recuperación económica.
A nivel nacional, los estados con mayor crecimiento en el mismo periodo fueron Guerrero, Oaxaca y Nayarit. En contraste, Campeche se posicionó como la segunda entidad con mayor disminución en su aportación al Producto Interno Bruto estatal, solo detrás de Tabasco.
El ITAEE, que se presenta en cifras desestacionalizadas para eliminar efectos de calendario, permite observar con mayor claridad estas dinámicas regionales. En ese contexto, la leve recuperación de Campeche observada en trimestres anteriores se ha revertido, mientras Quintana Roo aún no logra retomar el impulso económico que perdió tras la pandemia.
Redacción: Yucatánalamano.