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Yucatán redefine el matrimonio: menos bodas y menos divorcios en 2024

La tradicional imagen del matrimonio civil como símbolo de estabilidad está cambiando en Yucatán.

por Luis Carmona
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Las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan una disminución tanto en matrimonios como en divorcios durante 2024.

Este año se registraron 9,214 bodas en la entidad, lo que representa una tasa de 5.3 por cada mil personas mayores de 18 años. Esta cifra está por debajo de los niveles previos a la pandemia, cuando el promedio estatal rondaba los 6.5 matrimonios por cada mil adultos.

Menos separaciones legales también

Al igual que los enlaces matrimoniales, los divorcios también experimentaron una baja. En total, se concretaron 2,488 disoluciones legales, lo que equivale a 1.4 por cada mil habitantes adultos. Mientras en otras regiones del país los divorcios van en aumento, en Yucatán la tendencia parece mantenerse estable.

Esto se traduce en que, por cada 100 matrimonios celebrados en el estado durante 2024, ocurrieron 27 divorcios, cifra por debajo del promedio nacional, que se ubica en 33.3 separaciones por cada 100 bodas.

Un cambio que comenzó con la pandemia

El fuerte descenso registrado en 2020, debido al cierre de oficinas civiles y tribunales durante la emergencia sanitaria, sigue teniendo efectos visibles. Aquel año, las bodas en Yucatán cayeron drásticamente de más de 9 mil a apenas 2,800.

Aunque en 2021 hubo una ligera recuperación, desde 2022 tanto los matrimonios como los divorcios han mostrado una nueva caída. Actualmente, Yucatán se encuentra en el lugar 21 del país en tasas de matrimonio y en el 23 en cuanto a divorcios, de acuerdo con el último reporte del Inegi.

¿Por qué se casan menos?

El fenómeno responde a múltiples factores. Especialistas apuntan a un cambio generacional: las personas están postergando el matrimonio, muchas veces priorizando estudios, estabilidad financiera o experiencias personales. Además, la unión libre se ha vuelto una opción más común.

En México, la edad promedio para casarse ya supera los 32 años en mujeres y los 35 en hombres, y Yucatán sigue esta misma tendencia. Las parejas suelen formalizar su relación después de varios años de convivencia y, en muchos casos, con estudios profesionales ya concluidos.

Divorcios: menos frecuentes, pero más accesibles

A nivel nacional, 2024 cerró con más de 161 mil divorcios, de los cuales dos terceras partes fueron “exprés” o incausados, es decir, sin necesidad de justificar la causa de la separación.

En Yucatán, el 95% de los divorcios se realizan a través de dos vías: el incausado y el de mutuo acuerdo. La edad promedio de quienes se separan se sitúa en los 41 años para mujeres y 43 para hombres, lo que indica que muchas rupturas llegan después de largos periodos de convivencia.

Aunque el estado tuvo su pico más alto de divorcios en 2021, desde entonces la tendencia ha sido estable. Yucatán se mantiene entre las 10 entidades con menor número de separaciones legales.

Una Península con contrastes

A nivel regional, los estados vecinos muestran realidades distintas. Campeche encabeza la lista nacional de divorcios con casi cinco por cada mil adultos, mientras que Quintana Roo destaca por su alto número de bodas, con 7.7 por cada mil, y una tasa de divorcios moderada.

Frente a ese panorama, Yucatán se presenta como un estado más reservado: ni se casa demasiado, ni se divorcia con frecuencia.

Una nueva forma de entender la vida en pareja

Los datos revelan un cambio cultural. El matrimonio sigue siendo una meta para muchas personas, pero ahora se posterga. Por su parte, el divorcio, aunque más fácil y socialmente aceptado, no se ha disparado en la región como en otras partes del país.

Factores como la influencia familiar, las tradiciones y la vida comunitaria parecen seguir influyendo en las decisiones de pareja en Yucatán. Ni el crecimiento turístico ni la movilidad interna han alterado drásticamente estas costumbres.

Así, entre bodas que llegan tarde y rupturas discretas, Yucatán está reconfigurando sus relaciones conyugales bajo un modelo más pausado y reflexivo.

Redacción: Yucatánalamano.

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