Entre enero y mayo de 2025, el estado registró 127 denuncias por violencia familiar, posicionándose en el penúltimo lugar a nivel nacional. En contraste, entidades como la Ciudad de México superaron los 14 mil casos en el mismo periodo. La tasa estatal fue de 5.05 denuncias por cada 100 mil habitantes, muy por debajo del promedio nacional.
En ese mismo periodo, se reportó un solo caso de violencia de género fuera del núcleo familiar y 23 denuncias por violación (simple y equiparada), ubicando a Yucatán como uno de los estados con menor incidencia en este tipo de delitos, sólo por encima de Tlaxcala.
En cuanto a las llamadas de emergencia, los números también fueron bajos. De un total nacional de más de 122 mil reportes por violencia contra la mujer al 911, sólo 639 fueron originados en Yucatán, lo que representa alrededor del 0.5% del total nacional. En particular, se registraron:
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70 llamadas por abuso sexual
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108 por acoso u hostigamiento
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32 por violación
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1,068 por violencia de pareja
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983 por violencia familiar
Una realidad que aún enfrenta desafíos
Aunque los datos oficiales son positivos, colectivos feministas y especialistas locales advierten sobre la existencia de una importante cifra oculta, es decir, casos que no son reportados formalmente. Factores como el temor, la desconfianza en las autoridades y la normalización de la violencia impiden que muchas mujeres denuncien, lo que podría estar distorsionando la dimensión real del problema.
Durante 2024, diez mujeres fueron asesinadas en Yucatán, de las cuales siete casos fueron clasificados como feminicidio. Mérida se ubicó en el lugar 55 entre los 100 municipios con menor número de feminicidios, al registrar cuatro casos, lo que representa una tasa de 0.72 por cada 100 mil mujeres.
El estado también reportó tres homicidios dolosos de mujeres, además de 24 homicidios culposos, todos contra mujeres adultas. En cuanto a lesiones, se contabilizaron 29 casos de tipo doloso y cinco culposos.
Estrategias comunitarias y prevención
En respuesta, el gobierno estatal ha impulsado nuevas acciones de prevención, principalmente a través de la Secretaría de las Mujeres, que en 2025 ha ampliado su presencia en comunidades rurales mediante promotoras mayas. Estas mujeres, provenientes de las propias comunidades, tienen el objetivo de difundir información, sensibilizar sobre la violencia de género y promover la denuncia.
No obstante, expertas en la materia subrayan que los esfuerzos institucionales deben ir acompañados de un compromiso social más amplio. Solo con una ciudadanía activa que denuncie y acompañe a las víctimas será posible mantener y mejorar los indicadores actuales.
“Contar con bajos índices es un avance, pero la violencia que no se denuncia sigue haciendo daño. Se necesita generar confianza para que cada mujer pueda hablar y ser escuchada”, afirmó una representante de un colectivo local.
Por otro lado, durante 2024 no se reportaron casos de secuestro ni de trata de personas en la entidad, mientras que los delitos de corrupción de menores y extorsión registraron un caso cada uno. Sin embargo, el número de llamadas por acoso (200) y abuso sexual (162) muestran que el problema persiste, aunque de manera más contenida que en otros estados.
El reto: más allá de las estadísticas
Expertos concluyen que, aunque los datos colocan a Yucatán en una situación favorable, el objetivo debe ser construir una seguridad real y sostenible, no solo basada en cifras, sino en justicia efectiva, prevención profunda y en una cultura que no tolere ningún tipo de violencia hacia las mujeres.
Redacción: Yucatánalamano.