Pulpeada en Yucatán, con baja expectativa

Muy pronto comenzará la temporada de pesca de pulpo, una de las especies marinas de mayor captura en el Estado.

A partir del 1 de agosto, los pescadores podrán navegar para capturar ejemplares, aunque el panorama luce desolador, ya que inversionistas aún no aportan su capital para las labores de reparación y adecuación de las embarcaciones.

Raúl Castro Ale, presidente de la Asociación de Pescadores de Chicxulub Puerto, dijo que el gremio en general duda que este año sea productivo, aunado a que restaurantes ahora optan por pulpo extranjero.

Por otro lado, numerosos hombres de mar de la comisaría progreseña todavía no retiran sus naves de la ciénega, detrás del estacionamiento del Sendero Jurásico.

En dicho sitio se resguardaron cerca de 50 lanchas antes del ingreso de “Beryl” hace casi una semana.

El líder de los pesqueros manifestó que se envió un escrito al Ayuntamiento de Progreso, con el fin de que el espacio habilitado antes citado se convierta en un lugar permanente de refugio de lanchas.

En caso de una respuesta positiva, se atendería una necesidad urgente para resguardar 400 embarcaciones en temporada de huracanes y de nortes.

Incertidumbre pulpera de la temporada 2024

El próximo 1 de agosto arrancará en territorio yucateco la temporada de captura de pulpo y que como cada año concluirá el 15 de diciembre bajo cumplimiento de la ley que protege a esta especie marina.

Los pescadores, tanto de la flota mayor como los ribereños, se preparan ante la inminente llegada de esta época, de las más esperadas al tratarse de la principal pesquería de Yucatán.

“Hay mucho ingreso de producto extranjero a la entidad, por ejemplo de Perú e Indonesia, que no es de la misma calidad que nosotros manejamos con el pulpo maya”, expuso Castro.

«Muchos restaurantes están recurriendo a éstos porque son más baratos, aunque sacrifiquen la calidad o que incluso les cueste más trabajo dejarlo suave al paladar del consumidor”.

“Por eso, no se están aventando ahora al ruedo para invertir. Platiqué con algunos clientes y me dijeron que sí invertirán, pero esperarán un poco”.

“El problema es que nosotros ya necesitamos avituallarnos para poder trabajar, hay que comprar las jimbas, los plomos, hilos, neveras, pintura y reparar motores de embarcaciones, entre otras acciones”.

“Todo ese gasto inicial se cubre con el capital de los inversionistas, quienes ahora están un poco temerosos”, subrayó.

Pesca en Yucatán, con una cara inversión

El entrevistado dijo también que para preparar a una embarcación para que salga a trabajar desde el primer día de captura se tiene que invertir cerca de $10,000 en el caso de 25 pies de eslora.

Indicó que este gasto es para comprar hilo, que cuatro o cinco rollos llegan a costar incluso $2,000 y otros $1,000 de plomos, además el precio de la carnada, nevera y alimentos para los pescadores, por mencionar algunos insumos.

Lo anterior descrito aplica en caso de que la embarcación y su motor solo requieran reparaciones menores, ya que la cifra podría incrementar si se necesitaran reparaciones más grades, dado que la inversión por cada salida al mar puede llegar a costar entre $1,500 y $2,000.

Tormenta “Beryl” trajo optimismo en la costa yucateca

Castro Ale consideró que en esta temporada podría haber más producción de pulpo respecto de temporadas anteriores luego del paso del huracán “Beryl”, y que pulpos bebés y juveniles recalaron en la orilla de la playa, fenómeno que, recalcó, desde hace mucho tiempo no ocurría.

Por ello, sería una buena señal gracias en parte a los esfuerzos que como agrupación realizaron para combatir el furtivismo en las costas progreseñas.

“Yo siempre he catalogado la temporada en tres factores que indican si será favorable o no”, manifestó.

“El primero es la producción, es decir, el volumen que existe de la especie en el mar, el segundo es la demanda del mercado nacional e internacional y que no esté saturado, y por último el clima, que nadie puede controlar, pues solo Dios sabe”, finalizó.

Fuente: Diario de Yucatán/Abraham Ismael Raz Herrera