Ejercitarse ayuda a dormir
Al final del día suele mantenerse una actitud más sedentaria, sin embargo hacer pequeñas pausas de actividad ligera con ejercicios de resistencia puede alargar la duración del sueño hasta 30 minutos.
Ése es el resultado de un estudio comparativo realizado con 28 personas por la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y que se publica en “BMJ Open Sport & Exercise Medicine”.
El trabajo indica que pausas activas de tres minutos cada media hora y durante cuatro horas son suficientes para alargar el sueño.
Por eso, los autores consideran que vale la pena revisar las recomendaciones actuales que desaconsejan el ejercicio antes de acostarse, ya que aumenta la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, lo que empeoraría la calidad del sueño.
La investigadora principal Meredith Peddie explicó que las intervenciones consistieron en tres ejercicios: sentadillas en silla, elevaciones de pantorrilla y elevaciones de rodilla de pie con extensiones de cadera con la pierna estirada.
“Se trata de ejercicios sencillos de peso corporal que no requieren equipo ni mucho espacio y se pueden hacer sin interrumpir el programa de televisión que se está viendo”, agrega.
Los participantes en el estudio fueron 30 no fumadores de 18 a 40 años que declararon tener más de cinco horas de sedentarismo durante el día en el trabajo y dos horas por la noche. Cada uno completó dos sesiones de cuatro horas en un entorno de laboratorio controlado el mismo día de la semana, comenzando en torno a las 5 p.m., y separadas por un mínimo de 6 días.
En una sesión permanecieron sentados cuatro horas; en la otra hicieron tres minutos de ejercicio de resistencia simple cada 30 minutos durante esas cuatro horas. Después, los participantes volvieron a su entorno normal.
Conclusiones
Los resultados muestran que, tras las pausas activas, los participantes durmieron 27 minutos más en promedio, en comparación con los que permanecieron sentados de forma prolongada.
Los participantes se despertaron, en promedio, a las 7:35 de la mañana después de la intervención de la postura sentada prolongada y a las 8:06 después de las pausas de actividad regulares.
De un vistazo
Sin diferencias
El estudio de actividad física y duración del sueño indica que no hubo diferencias significativas en la eficiencia del sueño (sueño ininterrumpido) ni en el número de veces que se despertaba en la noche entre las intervenciones, lo que indica que las pausas de actividad no alteraron el sueño posterior.
Limitaciones
Los investigadores reconocen que sus conclusiones tienen limitaciones, como que el estudio contó con un número reducido de participantes y se realizó en un laboratorio, lo que puede no reflejar el comportamiento en la vida real.
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Fuente: Diario de Yucatán