Por Ariel Irigoyen.
El investigador de la Cultura Maya de Yucatán, Freddy Poot Sosa declaró que como cada año, miles de familias yucatecas en todo el Estado cumplieron su cita en los cementerios para recordar a sus seres queridos ya fallecidos, y también colocaron altares de ofrendas de Hanal Pixán con el tradicional pib y atole nuevo.
Señaló que es importante que ésta tradición y costumbre, no solo de Yucatán sino de todo el país el recordar a todos sus seres queridos ya fallecidos se mantenga vigente, por eso hay que inculcarlo a todos los niños del presente.
Añadió que a pesar del crecimiento de sectas religiosas que no comparten la tradición de los fieles difuntos, ni muchos menos acudir a los cementerio para visitar las tumbas de los parientes, lo importante es que la gran mayoría del pueblo yucateco, conserva y respeta ésta creencia que es religiosa y católica en todo el país.
Indicó que a pesar del abuso de los comerciantes que aumentaron los precios de los alimentos e ingredientes para la preparación de los pibes, las familias, haciendo un esfuerzo económico prepararon sus pibes o algunos los compraron para colocarlos en los altares de Hanal Pixán como ofrenda para sus seres queridos ya fallecidos.
Poot Sosa abundó que hace muchos años, se tenía la costumbre en Yucatán de llevar a cabo el ochavario que es cuando se despide a los parientes fallecidos que los visitaron durante la celebración de los fieles difuntos, y se les ofrece pib con espelón, entre otros guisos; pero ésta costumbre solo se mantiene vigente en los municipios del interior del Estado, pero se va perdiendo ésta tradición en Mérida.