Lo que parecía complicado para los langosteros hoy se ha convertido en un éxito en los puertos de la costa oriente al enviar hasta China langostas vivas.
En este puerto es donde cooperativados habilitaron el espacio necesario para mantener por un lapso de horas a estas especies mientras se le entrega al comprador extranjero.
Hasta hace un mes, la situación para los pescadores se tornaba difícil primero por la falta de compradores y luego por la falta de precio pues había incertidumbre, hasta que la tarifa se mantuvo en 400 pesos el kilo.
Las presiones para los líderes aumentaron cuando les dijeron que había un comprador de China interesado en adquirir la langosta viva lo que significada un reto para el gremio pesquero pues los primeros días llegaba la especie con daños en patas y antenas.
Sin embargo los ribereños le buscaron “la vuelta” a la actividad y se las ingeniaron para adecuar las condiciones con estanques especiales que contienen difusores de aire para oxigenar el agua e incluso espacios climatizados para bajar la temperatura del agua y mantener a los crustáceos vivos.
Río Lagartos, sede para la recolección de langostas vivas
La temporada, aunque no ha sido de alta producción ya ha comenzado a ser un éxito para los cooperativados: a Río Lagartos se lleva toda la langosta viva que se recolecta en El Cuyo y en San Felipe, es aquí donde se recepciona para su envío a China.
Romel Alcocer Díaz, uno de los directivos de una agrupación pesquera en el puerto, dice que los pescadores ya le buscaron “la vuelta” y ahora sacan pura langosta viva.
“Ha sido un plus de esta temporada, ya lo dominamos, uno que otro animalito llega moribundo pero se descola y se aprovecha”, expresó.
Según el ribereño, el precio es de $400 y aunque no hay suficiente producto, sus ingresos los compensan con la pulpeada.
Por otra parte, en el puerto ya se registraron varios descompresionados que se han visto en la necesidad de usar la cámara hiperbárica en el IMSS.
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Fuente: Diario de Yucatán
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