Menores en riesgo por usar explosivos

Una de las preocupaciones principales que han surgido en Protección Civil de este puerto es que cuando llegan a donde se reporta quema de pirotecnia, la mayor parte del tiempo son niños pequeños los que son vistos realizando dicha actividad a modo de diversión, lo que implica un gran riesgo para los menores ocasionado por los mismos padres, pues son ellos los que compran los fuegos artificiales como parte de sus festejos.

En relación con la pirotecnia que se utiliza durante las fiestas de carácter religioso, Aurelio Medina Pérez, titular de la unidad de Protección Civil local, señala que si bien siguen vigentes, ya no son en la misma cantidad que antes, pues han tenido acercamientos con los distintos gremios para hacerles ver los riesgos de utilizar la pirotecnia en sus festividades y sobre todo hacerles ver la responsabilidad que deben tomar al momento de llevar al cabo sus respectivas quemas en caso de que alguien pudiera salir lastimado o que haya alguna afectación como un incendio en algún predio o la propiedad de alguien más.

Aunque sí han habido grupos que han elegido no utilizar fuegos artificiales en sus fiestas, hay otros que continúan haciendo uso de ésta, pero en menor cantidad que antes.

En esos casos están prohibidos por completo las tiras de petardos conocidas como “hiladas”, que tienen entre 15 y 20 explosivos que hacen ruido fuerte.

El motivo de esta prohibición es porque regularmente las hacían explotar a media calle durante las procesiones y en muchas ocasiones no explotaban todas al momento y ponían en riesgo a las personas que caminaban sobre los restos, pues no faltaba el petardo que estallaba con retraso, poniendo en riesgo a los asistentes e incluso al personal de Protección Civil, que acostumbraba a retirar los restos de los explosivos.

Otro producto prohibido, son los globos de cantoya, pues además de la contaminación que se genera, una vez que concluye su vida útil puede ocasionar incendios al caer en zonas flamables.

En el caso del uso de fuegos artificiales para todo tipo de celebración, actualmente deben solicitar un permiso al alcalde; pero no basta eso, pues también se debe contar con la autorización de la Sedena, que es la encargada de regular el uso de la pólvora. Solo de esta forma es posible llevar al cabo el uso de dichos productos.

Medina Pérez hace también un llamado a la población en general para reducir el uso de pirotecnia, pero no se trata, aclara, de erradicar las tradiciones, sino de festejar sin causar prejuicios a otras personas, pues además de que algún participante en las fiestas puede acabar lesionado, también se afecta a terceros con el ruido, por lo que llama a ser más empáticos con las personas que tienen animales o familiares enfermos o con alguna discapacidad, que no la pasan nada bien cuando llegan los festejos que incluyen este tipo de atractivo.— Abraham Ismael Raz Herrera

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Fuente: Diario de Yucatán